Un árbitro de la Liga belga, Peter Vervecken, fue el protagonista en el partido que jugaron el Gante y el Tubize. El hombre de negro pidió un favor muy especial al portero del Tubize, Nicolás Ardouin: “que atajara el penal que acababa de señalar a favor del Gante” al darse cuenta de que se había equivocado. Incluso el delantero del Gante que forzó la pena máxima pidió disculpas a los jugadores del Tubize por dejarse caer, simulando en su mano a mano con el portero del Tubize.
«Después de haber señalado el penal, el árbitro me dijo «sálvame, páralo», explicó el arquero del Tubize tras acabar el partido. «Me imploró detener el penal. Es la primera vez de mi carrera que me pasa algo así», dijo.
Sin embargo, el arquero del Tubize no pudo parar la pena máxima y el Gante sentenció su victoria ante el Tubize por 2-0.
El colegiado Peter Vervecken también quiso dar su versión de los hechos. «Simplemente animé al portero. Nada más. Posiblemente, me comprendió mal», aseguró en un periódico local el árbitro, aunque sí que reconoció su error al señalar la pena máxima. «Después de haber visto las imágenes por televisión, hay que decir que no hubo falta ni penal. Pero sobre el césped mi impresión fue diferente», dijo.
Por su parte, los dirigentes del Tubize están estudiando la posibilidad de denunciar el caso ala Federación belga de fútbol. «Cada uno vio claramente al árbitro vacilar antes de irse hasta el punto de penalti y las declaraciones de nuestro jugador sólo confirman el desconcierto en el cual se encontraba el árbitro», explicaron.