De acuerdo con los primeros informes oficiales la lluvia registrada en las últimas horas resultó insuficiente en gran parte del sur de la provincia de Córdoba.
Con algunas excepciones, la precipitación ha sido escasa y no llegó a cubrir las expectativas de los productores que aguardaban con ansias el fenómeno meteorológico.
La delegación local del Inta confirmó que la zona sur y oeste del departamento Río Cuarto sigue teniendo las mismas complicaciones en cuanto a la humedad, porque el agua caída no permitió revertir la situación crítica de los suelos.
El titular regional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, José Marcelino, dijo a PUNTAL que hasta el momento sólo se ha logrado bajar la temperatura y aminorar el calor sofocante, pero que el problema de fondo no ha cambiado. Al mismo tiempo indicó que se estira la situación de espera de nuevas precipitaciones porque los cultivos que están en crisis no sufrieron variaciones importantes.
-¿No hay perspectivas de mejoras en los campos?
-No. La lluvia ha sido poco generosa en general. Algunas zonas escapan a esta regla, pero son las menos. Estuvimos recorriendo y no se ven charcos por ningún lado. Donde ha llovido menos de 30 milímetros, la penetración del agua ha sido de muy pocos centímetros.
-¿Qué sectores del sur han tenido mejores registros?
-La zona de Olaeta, Cabrera y La Carlota, en el este; la zona de Laboulaye y la Cesira, en el sur, también la parte que comprende a la localidad de Canals. Allí ha llovido mejor, pero en el resto donde no fue escasa, fue justa. Es decir, donde cayeron menos de 30 milímetros, el agua no alcanza a penetrar significativamente. Aquí quizás intenten sembrar algo pero saben que es muy complicado porque cuando la plantita emerja, la raíz va a estar en zona de sequía, con lo cual el riesgo es alto.
-¿Se ha estimado el porcentaje de productores que esperaban resembrar de acuerdo con lo que sucediera esta semana?
-Un 60 por ciento de agropecuarios tenía alguna posibilidad de siembra o resiembra en el caso de que el agua caída superara los 30 milímetros, ese era el parámetro mínimo. De todas formas seguramente, ante la desesperación, lo van a intentar igual para evitar que las pérdidas sean totales.
-Todos los datos indican que el maíz es el cultivo más afectado, ¿qué pasa con la soja?
-Efectivamente el maíz es el que está prácticamente perdido en muchos lotes del sur. En el caso de la soja que está sembrada, con esta lluvia puede tirar un tiempo más. Pensamos que tienen más oportunidades de sobrevivir de cara a una próxima lluvia que ojalá sea pronto. Justamente vimos que algunos productores a pesar de la escasez de agua han salido a trabajar lo mismo. El objetivo es aminorar el efecto negativo sobre lo que se ha sembrado, para que el impacto económico sea el mínimo posible.
A todo esto es importante destacar que la soja demanda entre 4 y 8 milímetros diarios de agua de acuerdo al día. Cuando más calor hace o más viento hay, mayor será esa exigencia de humedad. Mientras tanto, en el caso del maíz, se necesita más agua. Según estudios, la variación que hace es de 7 a 10 milímetros a lo largo de un ciclo de 30 días.
Por último, sólo un 40 por ciento de la zona núcleo agrícola, norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sureste de Córdoba, recibió lluvias superiores a 40 milímetros, mientras que se necesitaban entre 100 y 150 milímetros para revertir los daños causados por el déficit hídrico.
Expectativas por nuevas tormentas
Ante un pronóstico que no anuncia precipitaciones para los próximos días en la zona sur de Córdoba, la esperanza se renueva de cara a la semana que viene.
Según José Marcelino, el Inta Castelar -donde se encuentra el sistema de medición de agrometeorología- estima para esa fecha un frente tormentoso que traería lluvias.
De acuerdo con esta perspectiva, si entre el 15 y el 20 de este mes llueve, se puede pensar en una siembra tardía de soja y maíz. Posteriormente al 20 de enero, no se recomienda sembrar debido a que no se llegaría a respetar el ciclo mínimo por la llegada de heladas, cuya fecha promedio de inicio está entre el 20 y el 25 de mayo en Río Cuarto y su gran región. Ante esta alternativa y si se mantiene la humedad necesaria, no es imposible lograr una cosecha de tipo regular que pueda evitar un panorama negro.