Si llegara a concretarse, esta medida podría combinarse con una huelga de parte de los dueños de estaciones de servicio agrupados en Foesgra, que amenazan con un paro de actividades para el fin de semana del 31 de diciembre y 1° de enero en el caso de que el Gobierno no atienda sus reclamos.Demandas
La Federación de Trabajadores de las Estaciones de Servicio demanda el «abastecimiento pleno de las bocas de expendio de combustibles», la renovación de contratos con las petroleras y un mayor proteccionismo estatal hacia las fuentes de trabajo del sector, mientras aguarda una reunión clave prevista también para el martes que viene con el Gobierno.
En un comunicado, Cecha aseguró que, en caso de adherir a los asuetos, se buscará la «forma de no provocar inconvenientes al público consumidor».
«Esto no es un capricho nuestro», sostuvo el presidente de Cecha, Oscar Díaz, al tiempo que recordó que fue la propia Casa Rosada la que invitó a las entidades privadas a sumarse a los asuetos que el Gobierno les otorgó a los empleados públicos.
Reunión clave
El próximo martes, en la sede de la Confederación, las autoridades de Cecha en una reunión de la mesa ejecutiva determinarán si adhieren a la medida oficial, después de evaluar la opinión de las 14 cámaras que integran la entidad y sus respectivos afiliados.
«Vamos a ver cómo instrumentamos la idea para no perjudicar al consumidor. Podría ser el viernes o el lunes, o el viernes a partir del mediodía y el lunes todo el día; veremos, es un tema de análisis», expresó Díaz.
En tanto, el presidente de Cecha dijo que comparte la «preocupación» de Foesgra por la falta de abastecimiento, las dificultades para la renovación de contratos con las firmas petroleras y el cierre de estaciones de servicio privadas.
«Este año desaparecieron 200 estaciones de servicio y más de 2.000 en los últimos diez años. Pasamos de 6.000 y pico a unas 3.800 aproximadamente en todo el país. Acá no se trata de alguien que vende el negocio a otro, sino que directamente cierran», dijo Díaz
«En momentos en los que se venden cada vez más autos y crece la demanda de combustible, las estaciones de servicio cierran: quiere decir que algo anda mal», planteó.
Esta semana, un compromiso formal del Gobierno a sentarse a dialogar con Foesgra y convocar también a la petrolera YPF, blanco de duras críticas sindicales, a la mesa de negociaciones sirvió para desactivar una amenaza de paro que ponía en riesgo el normal suministro de combustibles en Navidad y Año Nuevo.
«Lo llamaron por teléfono a Acuña y accedió a la promesa del Gobierno para tratar de llegar a un acuerdo, o a un principio de acuerdo al menos», explicó Díaz.