«Yungo» Doffo, el otro lado del candidato

Candidato a intendente de la ciudad de La Carlota: José María “Yungo” Doffo (64)

Nacimiento: La Carlota, Provincia de Córdoba, 6 de abril de 1947.

Partido político: Unión Cívica Radical (UCR)

Profesión: Comerciante.

Nacido el 06 de abril del año 1947 en la ciudad de La Carlota (Córdoba), cuatro hermanos (él el mayor, un hermano fallecido, una hermana y un hermano que no reside en la ciudad). Casado. Dos hijos: Fernanda y José. Hincha de River y de Jorge Ross en La Carlota. Comerciante y, ahora, representante del partido político: “Unión Cívica Radical”, Yungo Doffo el 7 de agosto espera proclamarse como intendente de la ciudad. Con capacidad, voluntad y perseverancia el político busca y lucha por el lugar que, muchos creen, merece.

Un diálogo con FM Estrella en el que se pretende dar pequeños, pero significativos datos de su vida, de su lado humano, independientemente de la política… Un hombre con una vida feliz y con razones para ello. Una mujer que lo acompaña hace más de 40 años, lo que define como la “gran cuota de felicidad con la que vivo” y como una mujer “que no sabe hacer de comer, pero sí hacer negocios”, dice, Doffo con humor; con una gran unión con sus hermanos. Gustoso por el folclore y el tango y Antonio Tormo. Un hombre que cree, indefectiblemente, en el conocimiento de la juventud.

 Un candidato que se basa en los pedidos de la gente: Doffo comenzó relatando: “Hace unos meses atrás, cuando me levantaba temprano, estaba pensando en mi negocio y ocupación diaria… Yo tengo la costumbre de caminar y, todos los días, caminaba 5 km de mi casa al cruce (al mediodía en invierno y a la tarde en verano). En ese trayecto pensaba y planificaba para el negocio. Cuando llegaba con mi esposa, Norma y mi hija, Fernanda, empezabábamos a ver las cosas que había pensado y lo que había que cambiar. Cuando surge la idea de la candidatura, se terminó el negocio y hubo que replantear otras cosas. Ahora camino recorriendo casas”…

Un amor de hace más de 40 años: “Galdys Amaya, Celia Fuentes, María Teresa Albano, Chita Arballo… ellas salían acompañándonos a Norma y a mí porque, en esa época, no podíamos salir solos.

Una parte de nuestro noviazgo transcurrió en el Sanatorio de Alija. Cuento por qué: Celia Fuentes tuvo un accidente terrible en año ’66 y, el Dr. Alija la tuvo internada 5, 6 meses tranquilamente. Así que los sábados a la noche íbamos allí. Hemos pasado Navidad, Noche Buena ahí adentro, cumpleaños, acompañándola a Celia en ese período”. El candidato relató la fuerte amistad que mantiene con compañeros de años y refirió a la anécdota como un recuerdo de los buenos momentos que le pasaron en su vida.

“Una tarde estábamos en el río. Yo me había comprado una radio. Esa tarde jugaba River y Boca. Primer gol de Boca y yo ya empecé a levantar temperatura, segundo gol de Boca y yo estampé la radio contra el piso”, marco como  atribución Doffo para referir a sus pasiones...

Una vida armoniosa: “Tengo tres hermanos, soy el mayor, Juan Carlos que no vive aquí, Ariel, quien falleció y Sonia”. Doffo destacó a la familia Princi como una segunda familia: “quiero muchísimo a esta familia. Cuando Ariel tenía dos años, tuvo una parálisis grande y mi mamá tuvo que irse a  Córdoba y yo me quedé con esa familia.

Mi mamá vive y a mi papá lo recuerdo con tanta gratitud que me emociono cada vez que los recuerdo. Fue un gran tipo y lástima que me faltó tan joven y no alcanzó a disfrutar sus nietos”.

 ENET: “un establecimiento que me marcó”: “La escuela primaria la hice en el Instituto Domingo Faustino Sarmiento y, por refacciones, nos vinimos a la escuela, en diagonal al Correo Argentino, otra parte, la cursamos en el edificio municipal y, otra parte, en la Escuela de Mujeres. Después volvimos a Domingo Faustino Sarmiento”.

“La secundaria fue en el ENET. Esta escuela me marcó y siento mucho aprecio por ella. Cuando yo iba a primer año, se festejaron los 25 años del colegio, en el año ’61 y, ahora, se festejarán los 75. En tercer año egresé como mecánico tornero junto con 6 compañeros que hoy recuerdo con mucho cariño.

Cuando yo entro a ENET ya trabajaba con mi papá. Al torno ya lo sabía manejar, por eso a mí me los dejaban usar y como, en ese tiempo, en el taller de mi papá y mi tío se hacían unos dimos y unos arranques, había unos componentes de esos dimos que se hacían en el ENET, entonces había vacaciones de verano que yo pasaba en la escuela trabajando. Después me llaman para ver si quería ser maestro de enseñanza práctica, maestro de taller. El Señor Blas Zalazar estuvo siempre acompañándolo, persona que Doffo, destacó a los largo de su vida adolescente, como uno de sus grandes maestros…

“En San- Cor trabajé 20 años, fui jefe de planta… a mí me encanta trabajar y disfruto cuando trabajo. Es importante que la gente sepa lo que estás haciendo”.

 Su rutina: “Me levantaba a las 6 de la amaña y no volvía nunca antes de las 10 de la noche. A veces había reuniones permanentes y volvía 1 ó 3 de la mañana. Nunca me reprocharon eso mis hijos porque entendieron que tenía una actividad que me impedía estar en casa y porque Norma desempeñó el rol que le correspondía.

Era tanta la actividad que tenía que mi obsesión por el trabajo no permitió estar mucho tiempo en casa. Soy obsesivo por el trabajo y los horarios. En el tema de la actividad que tenía, pude llevar adelante el equipo de trabajo. Soy un eterno agradecido a los amigos que aún tengo que me han acompañado y ellos fueron partícipes del éxito que yo tuve en la gestión: Sodero, Reccitelli, Sabella, entre otros…

 Empresa San Cor… un trabajo de muchos años… “Mi desvinculación con SanCor: cuando se hace la construcción de la planta nueva, estuve toda la etapa, en todo el proyecto de la planta, no estuve en la definición, sino en el proceso.

Cuando se termina de hacer la planta y pasa un año más, yo ya había tenido dos ofrecimientos para tener un ascenso. Una vez dije que no porque me parecía que había que terminar una tarea que había empezado en La Carlota y que debíamos encaminar hasta que eso pudiese andar solo.

Hubo un segundo ofrecimiento al que le dije que no porque siempre aparecía un proyecto para continuar. Aparece este tercero que tenía dos alternativas: o decir que no y renunciar o aceptar. Decidí aceptar porque era una propuesta interesante y para mi persona un cargo relevante dentro de la empresa. Estuve dos años viviendo solo. Llegué a un nivel gerencial que, de ahí para adelante, me quedaban dos pasos para la subgerencia general, cargo que no estaba dispuesto a aceptar ni me sentía capacitado para serlo. Se necesitaba el perfil de un profesional, no de in idóneo como yo. Yo visualizaba que ese nivel gerencial tenía un techo y dije, las empresas de una determinada magnitud tienen una inercia que es una trituradora de personas. La empresa tiene que avanzar con vos o sin vos y eso requiere la incorporación permanente de gente y yo veía que se venía una camada de gente joven, profesionales a los que ponían muy cercano a cada uno de estos gerentes que éramos nosotros. Yo sabía que el paso inmediato era el reemplazo. No quería llegar a esa situación porque veía que estaba pasando con otros. Me veía venir un desplazamiento lógico. Lo que ocurre en esos casos es que la persona se siente desplazada y, anímicamente, mal. Dije: ‘acá tengo la alternativa de salir por la misma puerta que entré, sabiendo que tenía la edad de iniciarme en alguna actividad particular y, junto con mi mujer, podía llevar otro proyecto adelante: empezamos con el negocio’.

En diciembre manifesté que me iba a retirar, presente la renuncia y me vine, dejé una enorme cantidad de amigos, con algunos aún mantengo una relación”.

El Sr. Doffo dejó en claro su desvinculación con la empresa y siempre dejó entrever respeto y gratitud por ella. Un hombre de respuestas rápidas y decisiones firmes…

 Presidente de Ross: “El club de mis amores”: “Fui presidente a los 26 años. Queríamos cambiar la institución, quería ser presidente de Ross y me dijeron: ‘¿te parece a vos, pibe?’ Por eso, me parece tan importante la participación de los jóvenes y prevalece más el conocimiento que la experiencia”. Una referencia al pasado para que la gente tenga en claro la importancia de la participación de los jóvenes. Doffo, el reflejo de un joven que con tan sólo 26 años llevó adelante una empresa que, muchos creen, fue una tarea impecable…

“Si no soy intendente no me cambia la vida. Asumo el riesgo, pero me desespera ni la victoria ni la derrota.

Sé hacerlo, quiero hacerlo, puedo hacerlo: conozco mi capacidad de trabajo. Siento todo esto y lo puedo mostrar y demostrar… Es el tiempo de la UCR”, finalizó el candidato a intendente, José María “Yungo” Doffo.