Existe un Proyecto de Ordenanza mediante el cual se propone la reglamentación de subastas de vehículos y motos secuestrados por la Dirección de Inspección General. En caso de que en los depósitos municipales existan muchas unidades –entre vehículos y motovehículos secuestrados- y, en caso de que la gran mayoría, lleven mucho tiempo allí, sin haber sus titulares regularizado la situación que procedió al secuestro y posterior guardado en el depósito, se puede hacer una “subasta pública”.
Para dar cumplimiento a la ley en vigencia es necesario “una sentencia firme y posteriormente hayan pasado 6 meses o más en los galpones municipales los vehículos o moto vehículos secuestrados por la autoridad de transito por infracción a la ley.
FM Estrella consultó al juez de faltas, José López, sobre la posibilidad de vender en una subasta pública aquellas motos que están en los corrales municipales. Al respecto López expresó: “estoy estudiando un proyecto que hizo la ciudad de Villa María sobre eso y estoy analizando la posibilidad de hacer una subasta. El Registro Automotor, este año, dio la posibilidad de inscribir a muchas de esas motos y las motos que están secuestradas es porque tienen dificultades para la inscripción registral. Lo que hay que salvar es eso. El Registro hizo un gran esfuerzo este año que dura hasta el viernes: dio la posibilidad de que las motos que sean modelos anteriores al 2007 puedan solicitar una serie de requisitos.
Tampoco podemos, desde el municipio, vender una noto que no tenga papeles, por eso, es un proyecto que estamos analizando”.
José López: “El infractor debe pagar la multa. Creo en los inspectores”
En relación con el tema de las infracciones a los motociclistas que no usan el casco proyector, ya hay más de 400 actas de constatación de infracciones. En relación con esto, López, señaló que “estas actas están en proceso de modificación. Desde el tribunal lo que hacemos es notificarlas. El proceso de constatación no es el miso que ocurría el año pasado.
También es complicado porque los ciudadanos señalan que nunca el inspector les ha llamado la atención: ni mediante una seña, ni por el silbato, por lo que se niegan a pagar la multa que les corresponde, pero, yo, no dudo de la palabra de los inspectores. En el mes de enero se ha perdido la inmediatez entre el infractor y el inspector porque se los llevaban por delante y, ahora, los motociclistas dicen que no están enterados de la multa”.
El criterio, entonces, será que el acta de constatación de una infracción sigue su curso, más allá del descargo, el infracto debe pagar.