Destaquemos que el General San Martín galopó por nuestra zona, su mirada contempló el sur de nuestra provincia y su figura atravesó los vientos de la región. Se supone que no fue la única vez, pero en el Tercer Fuerte Punta del Sauce de la Villa Real de La Carlota existe un documento muy importante, cuya copia está disponible en la réplica de tal fortificación construido en dicha ciudad: una copia de la carta que San Martin hizo enviar a Rondeau desde tal lugar, el 9 de octubre de 1819, aproximadamente a las 10 de la mañana. Se dirigia a Vuestra Excelencia’ brindando excusas, le decía que no podía seguir viaje por un conflicto latente y lamentaba no poder encontrarse con él pese a que lo habla convocado. «En realidad, alertado San Martin de que en Buenos Aires sabían que viajaba sólo con una guardia, con una pequeña escolta ya que la columna que dirigia la habia dejado en San Luis, temió que aprovecharan y le tendiera una trampa o lo mandaran directamente a fusilar ya que venía desobedeciendo diversas órdenes» serian capaces de mandar a fusilar a San Martin tanto como San Martin desobedecer en pos de sus ideales patrióticos», aludiendo además a la siempre enemistad de nuestro héroe con Rivadavia, hombre fuerte del centralismo porteño. Con más formalismo, en boletin cultural de la Municipalidad de La Carlota se reseña: «En septiembre de 1819 la patria sufría severos conflictos internos. Entre ellos resaltaban los enfrentamientos de caudillos del Litoral con el gobierno de Buenos Aires, las acciones de rebelión de tropas de Santa Fe y los levantamientos en Tucumán. Las dramáticas circunstancias determinaron que el Director Supremo José Rondeau llamara al General José de San Martín a Buenos Aires para convenir un plan de defensa. Luego de la campaña a Chile el libertador se encontraba en Mendoza preparando la expedición al Perú, considerada fundamental para la libertad de América. San Martin acude al llamado y emprende el viaje a Buenos Aires transitando por el Camino de la Frontera del Sur. Al llegar a La Carlota, el 9 de octubre, es recibido en el Fuerte por el Comandante Lucas Adaro. Alli le informan sobre los graves problemas internos. Entonces adopta una resolución importante y le dicta al general Tomás Guido, que lo estaba acompañando, una carta contestando la invitación de Rondeau. Ocurre así un hecho trascendente para la historia de América: San Martin decide aquí no ir a Buenos Aires y regresar a Mendoza para organizar el plan de liberación de Perú». «muchos lo interpretamos como una decisión muy bien tomada. porque si no hubiese tomado esa determinación no sé cómo le hubiera ido a San Martin, quizás lo hubiesen fusilado o quizás mandado a otra parte, mientras que los españoles podrian haber tomado Chile nuevamente. Para nosotros, a los que nos gusta la historia, sacamos la conclusión de que San Martin era consciente del peligro que se corria, no sólo por su persona sino por el propio destino de la patria. O sea, sus ideales de liberar América y la convicción de no desenvainar el sable contra sus hermanos, hecho harto conocido, le impedía obedecer ciertas órdenes. En su pensamiento San Martin priorizaba la libertad de América, mientras que decía las cuestiones internas en el país se solucionarian. ¡Y fue así!, aunque costó años y luchas intestinas tremendas».
Dante Chiappero
Presidente Junta Municipal de Historia La Cariola