Calidad de las prácticas democráticas en los municipios argentinos fue el tema que abordó el profesor Oscar Oszlak el jueves en el campus de la UNRC. Este presentó datos de encuestas realizadas sobre pobladores de 47 municipios del país que expresaron sus percepciones en cuanto al decurso de la vida democrática en sus localidades. “Hablamos de un total de 18 mil casos” que “representan 10 millones de habitantes” con información recolectada “entre 2003 y 2007” en cada una de las provincias argentinas.
El estudio contempló la valoración de los ciudadanos sobre municipios de la magnitud de Rosario y de Morón como así también localidades tales como en pequeñas localidades donde parecieran “vivir en el siglo 19”.
Investigador Titular del Centro de Estudios de Estado y Sociedad e Investigador Superior del Conicet, Oszlak resumió que las opiniones son “variables”, con “resultados dispares” según niveles socioeconómico y educativo, ciclos económicos y partidos políticos. Entre los datos recabados está la evaluación que los ciudadanos hacen sobre aspectos de la administración pública del orden del grado de rendición de cuentas, la satisfacción con la información y el trato brindados. “Diría que en general la opinión no es demasiado mala”, sostuvo Oszlak y apuntó que “40, 50 por ciento” de los consultados “ha estado bastante conforme, pero hay diferencias muy fuertes”. A tal respecto, este doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de California (Berkeley) indicó que en la chubutense Comodoro Rivadavia, donde la actividad extractiva es pilar de la economía, los ojos miran distinto que en Libertador San Martín, en Entre Ríos. En Comodoro Rivadavia se observaron “pocos intereses comunitarios y participativos”. Lo ligó al desarraigo de quienes van allí a trabajar en la industria petrolera lo hacen “para enriquecerse”, tras lo cual “se van”. Algo similar notó en “una localidad de Salta” donde “todavía pareciera que viven en el siglo 19, con un régimen patrimonialista”. Distinto de este marco de personas es el de la localidad entrerriana, donde se advierten valores religiosos fuertes, alto nivel socioeducativo y un espíritu más democrático.
Oszlak, quien ha desarrollado una carrera académica en países como Argentina, Venezuela, Estados Unidos, Israel y China, indicó que los vaivenes económicos inciden en la valoración relativa a la democracia. Prudente respecto de los resultados de las encuestas (“permiten conocer actitudes, pero no necesariamente comportamientos”), afirmó que “cuanto más pobre es la gente, más descree de la democracia”. Estos sectores incluso pueden mostrarse “a favor de un autoritarismo” que “ponga orden” o bien les da lo mismo un régimen de gobierno que otro.
El autor de Estado y Democracia en América Latina, y Los Miedos de los Argentinos: ensayos sociopolíticos y culturales, entre otros libros, manifestó que “la desigualdad” es considerada “una de las deudas pendientes” de la democracia.
Algunas presencias son por cierto influyentes en los territorios. “Los adventistas en Libertador San Martín, los alemanes en Villa General Belgrano y los dueños del turismo en Villa Gesell” son ejemplo de los “sistemas de poder locales”, lo cual fue otro de los datos de la investigación.
Uno de los párrafos de la trayectoria profesional de Oszlak incluye su desempeño como director de Tecnología para la Organización Pública, institución de investigación y asistencia técnica especializada en el análisis y transformación del sector público. Acaso por su condición de “contador, economista, administrador público, politólogo”, aseguró en diálogo con el rector, el secretario de Planeamiento y Relaciones Institucionales y la directora del Doctorado en Ciencias Sociales que “la realidad social no tiene fronteras”. Por eso, “cuando se discutió la Ley de Incumbencia” ligada a los sociólogos “me opuse”. La ley estipulaba que “toda empresa con más de 50 empleados debe tener un sociólogo”. “Es una ley muerta, no tiene sentido”, aseveró Oszlak, quien dice que “mi especialidad es la organización estatal, la reforma administrativa”.
En la charla, el rector de la UNRC, Marcelo Ruiz celebró “los debates de ciencia y sociedad” y planteó que “el diálogo entre disciplinas debe ser reconstruido”.
Fuente: Prensa UNRC