Así lo planteó el legislador del Encuentro Vecinal, Aurelio García Elorrio. Destacó la necesidad de que el Gobierno demuestre voluntad política para comenzar a resolver los problemas vinculados a la fuerza
Además sostuvo que, desde hace unos años, el delincuente pasó a tener una sensación de poder brutal y “eso hace que entren a tu casa como si fuera la de ellos porque saben que es muy posible que no les hagan nada”.
“El fenómeno del narcotráfico le hizo mucho daño a la fuerza de seguridad del Estado; le provocó fisuras muy graves en su funcionamiento (por la gran cantidad de dinero que maneja). Entonces, cuando el resto del delito notó esas grietas en la Policía las agrandó aún más, y así sucesivamente con el resto de los delitos. Esto es así porque los delincuentes advierten que con algunos sectores de la fuerza se puede negociar. Esto le crea un poder enorme al delincuente y los ciudadanos quedamos arrinconados. En ese sentido hay que decir que el poder político miró para otro lado, y ese es el problema central. Si el poder político hubiera sido fuerte, esto no pasa”, describió García Elorrio.
El rol de la Policía
El legislador consideró que el rol de la Policía en las rutas es estático, por lo tanto no se controla más que las infracciones pese a que se aprobó la realización de operativos sorpresivos utilizando perros.
“La droga sigue entrando a Córdoba. Continúa pasando la que viene del norte y va hacia los puertos”, enfatizó.
De la Sota ha dicho que Córdoba es una de las únicas provincias que combate el narcotráfico…
– Yo le voy a creer al Gobierno cuando tome la decisión política que hace falta para blindar a la provincia del paso de la droga, en estos momentos Córdoba sigue tan abierta como siempre. Soy coautor e inspirador de la ley contra el narcotráfico que impulsó De la Sota el año pasado. Considero que la norma está bien pero falta firmeza para implementarla en su plenitud. Cuando se libera una zona para la droga el resto de los delincuentes dicen “ah… mirá, está liberada para la droga y seguramente también lo está para el resto”.
¿Cree que esta situación desfavorable va a ir en ascenso?
– No sé si va a empeorar, pero seguro se va a mantener. Hasta que no se haga algo en serio, esto no va a cambiar. Y tiene que quedar claro que el narcotráfico y la inseguridad no se resuelven sólo con represión, hay que prevenir y prevenir es impulsar la capacitación laborar y bregar por la igualdad de oportunidades. Hay que atacar la exclusión social porque la economía clandestina del crimen organizado sigue teniendo una mano esclava para consolidarse.
Hay veces que los Gobierno provinciales argumentan el que el narcotráfico es un delito federal y que por eso su poder de acción es acotado…
– No tienen derecho a decir que no se puede combatir la droga desde las provincias por ser un delito federal. Los cordobeses pagamos millones de pesos para que la Policía funcione y hasta aquí esta fuerza ha sido absolutamente incapaz de darle una mano a los cordobeses en este tema. Son ellos los que nos tendrían que ayudar porque nosotros les pagamos, no el Gobierno nacional.
Sobre Paredes
Aurelio García Elorrio también opinó sobre el ministro de Seguridad de la provincia de Córdoba, Alejo Paredes, y aseguró que el funcionario delasotista “está muy atado” al cariño que tiene por la fuerza por ser un ex policía.
“Eso le impide darse cuenta de la magnitud del problema que tiene. Yo rescato que dentro de la fuerza hay excelentes personas, lo que pasa es que es necesario sacar a la manzana podrida para que no se arruine todo”, indicó el legislador vecinalista.
Y destacó: “La Policía que vaya a enfrentar al narcotráfico tiene que tener en su cabeza gente que no haya estado en cargos operativos y de mando en los últimos 20 años en la Policía de la provincia de Córdoba. Necesitamos tolerancia cero”.
Nicolás Cheetham