Oscar Carignano: «Cayó más del 50% la venta de maquinaria agrícola»

Los fabricantes apuntan a la fuerte sequía de la última campaña como factor principal del retroceso. Piden que se controle el proceso inflacionario para recomponer la rentabilidad del sector.

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La industria de la maquinaria agrícola cerró un año que se pareció a una pesadilla. Después de un 2011 brillante, se derrumbó la fabricación a partir de la fuerte sequía que azotó a los campos de la zona núcleo. Productores y contratistas decidieron en general no renovar el parque automotor y esperar que aclare.

Por eso, el impacto se sintió y de manera contundente en la industria que mostró una caída de entre el 40 y el 50 por ciento en la producción según admiten los empresarios de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) y la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).

El cimbronazo del 2012 golpeó al sector especialmente en el primer semestre donde la parálisis fue casi total. Por eso los más perjudicados fueron los fabricantes de cosechadoras. La temporada alta de la venta de estas maquinarias es en el primer cuatrimestre, para trabajar durante la campaña gruesa. En cambio, las sembradoras, que empiezan a comercializarse hacia mitad de año, tuvieron una caída algo menor.

“En el caso de la maquinaria agrícola tuvimos una fuerte caída el año pasado. Fue uno de los rubros industriales en el que más se sintió el efecto por el factor climático y algún otro tema también”, admitió Orlando Castellani, vicepresidente primero de Adimra, integrante de la Cafma y titular de Máquinas Agrícolas Ombú.

Los industriales dividen la producción en dos segmentos: maquinaria y remolques. En el segundo, las ventas fueron algo mejores. “En cuanto a remolque, que es el otro rubro que fabricamos, se mantuvo bastante bien porque tuvo un 15 o 20 por ciento de baja pero que se compensó por algunas exportaciones que logramos. Entonces el balance da en ese segmento un nivel similar al de 2011”, aseguró el empresario.

“En la primera mitad del año pasado se vio la peor caída. Diría que a lo largo del año hubo una baja de entre el 40 y el 50 por ciento. Con mayor disminución en el primer cuatrimestre. De todos modos, en el segundo semestre del 2012 comenzó a mejorar algo el ritmo. Pero en 2013 esperamos un año de muy buena cosecha y con buenos precios, evidentemente tiene que haber una reactivación”, destacó Castellani.

¿Qué lo hace ser optimista para este año?, le consultó PUNTAL.
El 2013 tiene buenas perspectivas porque mejoraría la situación del productor y del contratista. Al esperarse una buena cosecha y si los precios siguen siendo buenos, entendemos que vamos a recuperar terreno.

Un tema económico central en el arranque del año es el de la inflación, ¿cómo afecta al sector en sus costos y a la hora de vender sus productos?
El tema de los costos es un problema porque fue disminuyendo mucho la rentabilidad y se fue complicando mucho el tema del comercio exterior. Es difícil poder competir por el aumento de los costos que hubo de la mano de la inflación y la menor variación del dólar. Eso trajo algunos problemas, además de otros adicionales en el comercio exterior.

¿Y las negociaciones salariales?
También la paritaria que tenemos este año será un factor importante. Al comienzo parecía que el ajuste salarial iba a rondar el 18% y ahora parece que será un poco superior. Ahí tenemos un problema adicional: el aumento de los alimentos es excesivo, que es lo que más porcentaje se lleva del salario de los trabajadores.

¿Los benefició el cierre de las importaciones porque les quitó competencia?
Con respecto a la política industrial no todas las opiniones son uniformes. A nuestro interés fue beneficiosa porque le aportó a la fabricación nacional. En el tema de insumos importados hubo algunos problemas de algunos productos que no pudieron entrar, pero parece que ahora se ha distendido un poco más ese tema. Está más accesible. Del 2003 hasta acá hubo un desarrollo importante de la industria de la maquinaria agrícola y de la industria en general.

Oscar Carignano, en diálogo con FM Estrella, a respecto manifestó: “No es el 50%, se quedaron cortos, es más. El problema no es tanto la fábrica, son los empleados. Quedaron sin horas extras, antes hacían una hora, hora y media; los sábados trabajaban cuatro horas; las vacaciones antes si querían se las tomaban, ahora cierran las fábricas, incluso por más tiempo del que deberían.

Los autopartistas están pasando un momento muy difícil: eran ingenieros, jefe de área, de mantenimiento, el personal jerarquizado de la fábrica. Entre dos o tres socios trabajaron mucho, en gran escala con 25 empleados, que ellos son los que están pasando un momento difícil porque están completamente parados».

 

Hay un poco de exportación hacia Chile, Uruguay, hacia África, pero hay trabas para mandar: hay mucho papelerío, mucho impuesto.