Pasaron ya 5 años en que una crecida del río Cuarto inundó nuestra ciudad y, a pesar de las promesas de ejecución de obras, muchas de las proyectadas aún no se concretaron.
La construcción de las casas para las familias que perdieron sus hogares en aquel siniestro está inconclusa y las unidades aún no fueron entregadas. Tampoco se hicieron las obras definitivas de defensas en curvas del río para evitar que continúe erosionando las costas, y falta afectar las calles por donde los excesos hídricos escurren toda vez que hay acumulación.
“Todavía no hemos tenido novedades, no se nos ha comunicado nada»
Sonia Suárez, de la Agrupación Convivir con el Río, vecina afectada por el desborde del 2007 en diálogo con FM Estrella hizo referencia a la escases de información y respuestas positivas en relación con el análisis de las obras que se deben realizar para que, ante una posible crecida, el río no desborde.
Tal como se recordará, vecinos autoconvocados que reclaman por obras de defensa en el río Cuarto se reunieron, en diciembre, con el ingeniero Carlos Lenarduzzi, de la Provincia, a quien le reclamaron por los trabajos prometidos y nunca concretados. El profesional enviado por la Provincia adelantó que a principios del año 2013 llegaría una máquina a La Carlota que se encargará de limpiar el cajón del río, desde el sector del puente carretero -ubicado sobre ruta Nº 8- hacia el viejo puente de Olmos. “En toda esa zona se desmalezará y se abrirá el margen que hoy se encuentra cerrado por el avance de los yuyos”.
Sonia Suárez señaló: “Lenarduzzi dijo que a la máquina la mandaba en una semana, diez días y ya pasó bastante. Él se olvida que es empleado nuestro. Sólo quieren convencernos con dos o tres palabras y se va… El grupo de vecinos seguimos en contacto permanentemente y no vamos a bajar los brazos hasta que se nos escuche. El compromiso está con la comunidad y, de alguna manera se va a lograr. Ya parece que se están riendo de nosotros”.
“No hay novedades… hay gente que está enferma con esta situación. Ya no sabemos qué puerta tenemos que tocar. Se nos está acabando la paciencia. Hay vecinos que no se van de vacaciones porque tienen miedo de una próxima inundación”.