La Presidenta justificó así su decisión de no darlas. Afirmó además que “cuando a un periodista no le gusta algo comienza a gritar y hacer escándalos”
Un alumno de esa casa de altos estudios estadounidense, llamado Gabin y proveniente de la ciudad de Michigan, pidió el micrófono para hacer una pregunta en un pobre español e interrogó sobre la relación de la mandataria con la prensa en la Argentina, aunque fue cortado por la Presidenta antes de culminar su consulta.
“Es mentira”
«No es así. Es mentira eso de que hace años no hablo con la prensa», respondió la mandataria con una sonrisa, aunque rápidamente se puso muy seria y reconoció: «No (hablo con periodistas) por medios regulares, cada quince días o por conferencias».
La jefa de Estado fue muy dura con sus apreciaciones sobre el desempeño de la prensa en la Argentina e incluso sostuvo que «cuando a un periodista no le gusta algo comienza a gritar y a hacer escándalos».
«Le ha tocado (presenciarlo) a uno de mis ministros. En la Argentina si no les gusta la respuesta gritan, tiran… tiran… un día nos patearon una puerta. Fue el cronista de un diario centenario», aseveró la mandataria, en alusión al cruce que mantuvo el ministro del Interior, Florencio Randazzo, con un periodista acreditado en la Casa Rosada durante una conferencia sobre los resultados finales del escrutinio de las últimas elecciones.
Cristina Kirchner puntualizó también que «algunos periodistas creen que el entrevistador es más importante que el entrevistado o lo que éste pueda decir» y añadió que ella y su Gobierno «respetan la publicidad de los actos».
Sin periodismo independiente
Señaló además que «no hay periodismo independiente en la Argentina ni en ninguna parte del mundo, porque todos responden a un interés y cada uno mira el escenario, cualquiera sea, desde un lado».
En este sentido, agregó que «no hubo otra Presidenta más agraviada en la historia de la Argentina» y recordó que ella fue quien envió al Congreso el proyecto de ley para eliminar el delito de calumnias e injurias para favorecer el trabajo de la prensa y que «cualquier periodista pueda decir lo que quiera».
«Los gobernantes no estamos para responder o para hacer centro de nuestra gestión las conferencias de prensa. El Gobierno debe garantizar la publicidad de los actos, que es obligatorio. La prensa debe decir claramente con quién se alinea, como en Estados Unidos», apuntó la jafe de Estado ante un auditorio lleno de estudiantes, donde respondió preguntas sobre varios puntos de la política argentina.