El papa Francisco saludó a los fieles de la Plaza de San Pedro este domingo, luego de dos semanas de ausencia en el Vaticano tras la cirugía en la que se le extirpó la mitad del colon. Al Sumo Pontífice se lo vio animado, aunque algo cansado tras 14 minutos de intervención.
La semana pasada, brindó su bendición desde uno de los balcones del hospital Gemelli de Roma, donde fue operado el 4 de julio.
Sin hacer mención a su estado de salud, Francisco habló de la importancia de tomarse un descanso. “Descanso, contemplación y compasión. Aprovechemos el verano para esto’‘, sugirió haciendo referencia a la temporada europea.
Luego, se refirió a varios sucesos que quejan al mundo en este momento. Así, expresó su cercanía a los afectados por las inundaciones, que ya se cobraron al menos 180 vidas, en Alemania, Bélgica y Holanda. A su vez, lamentó la violencia en Sudáfrica y expresó su deseo para que este pueblo “alcance la armonía”. También habló sobre la tensión y protestas que se vive en Cuba y rezó por que los cubanos tengan “una sociedad más justa y fraternal’‘.
Francisco concluyó su discurso con una firme y alegre invitación a la multitud, como suele hacer, para que “tengan una buena comida’’ y rezaran por él.
Los creyentes que se habían dado cita en la plaza aplaudieron, mientras algunos ondeaban banderas de sus países y pancartas caseras para expresar su admiración al Santo Padre.
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buen día!”, dijo Francisco a la multitud con una sonrisa.
Salvo por la cita del domingo a mediodía en la que ofrece su bendición a los fieles en la plaza, el papa no tiene otros actos públicos previstos para el resto del mes. Ya antes de que se anunciara la operación, el Vaticano había dicho que sus audiencias semanales de los miércoles no se celebrarían durante todo julio. Eso cumple con la tradición de tomarse un descanso estival que ha llevado adelante durante todo su papado.
Lo que sigue en la agenda de Francisco son visitas a Hungría y Eslovaquia, pero recién a mediados de septiembre.