TIEMPO DE AVENTURAS

Turismo aventura, un fenómeno que crece

En apenas dos años, se duplicó la cantidad de prestadores de esta clase de experiencias en nuestro país. Y, en el mundo, la cifra de viajeros que optan por la modalidad aumenta un 10% anual. Creen que la diversidad geográfica y la calidez de los argentinos atrae a estos turistas.

por gabriela cabezon camara

A un río se lo puede ver desde la orilla o desde un barco, por supuesto. Pero cualquiera que quiera vivirlo -conocerlo en sus ritmos y recovecos, con sus juncos y sus garzas, con sus aguas y su peces- debe ponerse un chaleco salvavidas, subirse a un kayak y recorrerlo varias horas: los ríos sólo se entregan completamente a los que reman.

Quienes optan por el turismo aventura, elijan la geografía que elijan, lo saben. Y lo cuentan, tal vez por eso son cada vez más en todo el mundo. En nuestro país son tantos los turistas que prefieren esta modalidad, que la cantidad de prestadores se duplicó: en apenas dos años, pasaron de 2.400 a 5.000, según el Diagnóstico Nacional de Turismo Aventura hecho por la Asociación Argentina de Ecoturismo y Turismo Aventura (AAETAV, www.aaeta.com.ar). La cantidad de visitantes extranjeros -2.200.000- el año pasado- y el creciente interés local explican el crecimiento del sector. Esos 5 mil empresarios argentinos son de los pocos que no están al borde de un ataque de nervios: según un informe de la Adventure Travel Trade Association (ATTA), la crisis financiera global no afectará a este sector del mercado turístico. No sólo porque se trata de turistas de alto poder adquisitivo, sino porque estiman que la crisis los va a llevar a desear un mayor contacto con la naturaleza. Por si esto fuera poco, la ATTA informa que este segmento del mercado turístico crece un 10% anual en todo el mundo. Esta clase de vacaciones, que también se conocen como «Turismo Activo», involucra tres factores: intensa interacción con la naturaleza, actividad física e inmersión cultural en el lugar que se visita, según la definición de la ATTA. Además, se vincula fuertemente con la preservación de la ecología, con el respeto a las comunidades originarias y con la pasión por el deporte.

Según un estudio realizado por la National Geographic en 2002, el 20% de los turistas de todo el mundo prefieren esta clase de viajes. Esto representa entre 16 y 20 millones de personas, de las que el 81% viaja a lugares donde pueda interactuar con culturas diferentes y el 80% prefiere ciudades pequeñas o zonas rurales.

¿Cómo son los turistas activos? No padecen problemas económicos, tienen entre 30 y 50 años, suelen viajar solos o en grupos de amigos, -aunque las familias incluyen con frecuencia creciente alguna actividad de aventura en sus vacaciones- y son tres veces más proclives que los turistas comunes a visitar parques nacionales o áreas naturales.

Nuestro país es considerado uno de los mejores del mundo para desarrollar esta clase de turismo, por su enorme variedad geográfica y la calidez de sus habitantes.

Es que el rafting, los kayaks y botes, los caballos, el buceo, los vuelos en parapente y las caminatas, escaladas y bicicleteadas, posibilitan que la naturaleza no sea una postal que se mira, si no una geografía que se abre al que la visita y le entrega sus secretos.

Sucede con el viento y el cielo, que envuelven a quienes los surcan en parapente, con las profundidades del mar, que sólo se muestran a los buceadores, o las alturas de las montañas, vírgenes para todos menos para los montañistas. Anímese.