Hoy, Día del Periodista

«Un periodista- cuando es por vocación- es un hombre que nada por las calles sin miedos y sin armas, que confía en el pueblo y que asume como compromiso irrenunciable la defensa de los valores permanentes de la comunidad frente a los grupos himanos que no tienen más ley, lisa y llanamente que el poder que leotriga la fuerza». (Alipio «Tito» Paoletti)

Hoy, 7 de junio,  se cumple el “Bicentenario” de la fundación de “La Gazeta de Buenos Ayres” (sic), idea y obra de Mariano Moreno. La Primera Junta de Gobierno surgida el 25 de mayo de 1810 estableció que ese medio de prensa publicaría todos los actos oficiales de su gobierno, con amplia información de las noticias locales y extranjeras. Fueron sus primeros redactores Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli. Precisamente, el Primer Congreso Nacional de Periodistas, realizado en Córdoba en el año 1938, estableció que el dí­a 7 de junio de cada año se celebre “El Día del Periodista” en homenaje a aquella publicación del 7 de junio de 1810.

El “dí­a del periodista”, en el bicentenario de la patria, es muy significativo. Ser un profesional de la palabra  y de las imágenes en estos tiempos, a la distancia de los pregoneros del 1810 que, en voz alta publicaban o hacían notorio lo que la gente debía saber, cobra un sentido especial.

El dí­a del periodista este año viene con una escarapela. 

Porque el 7 de junio nos recuerda que, en nuestro país, Mariano Moreno, hombre con estampa, abogado, polí­tico y “periodista”,  tuvo una importante participación en la Revolución de Mayo. Y fue secretario de la Primera Junta, como olvidarlo. 

Este hecho se potencia dos siglos después. La palabra “periodista” está en los medios, las escuelas, los actos oficiales, porque es casi imposible no relacionar el hecho histórico con el nacimiento de la  “Gazeta de Buenos Ayres”, si, con “z”. Hoy color sepia.

Hoy hay â€œgacetas” por doquier, las hay de papel y  virtuales. Por esas cosas de la historia,  ¿algún “Da Vinci” del siglo XIX habrá imaginado que, en el futuro, un periódico ya no necesitaría de un pregonero para promocionarlo o del papel para existir? ¿Recuerdan a esos “canillitas” que como estrategia de venta gritaban “¡extra! ¡extra! y hacían los adelantos de los titulares de los diarios?

Detrás de cada “¡extra!” hay comunicadores dando formas y ritmos a los hechos que pasaron a cuadras de la redacción, a miles de kilómetros o en otro planeta. La noticia globalizada viaja en segundos. A veces queda atrapada en la tinta,  otras es virtual… Pero alguien le dio vida, le dio hasta una melodí­a.  En cada nota hay una marca. Tiene autor, aunque sea “anónima”. Nació del ímpetu de una mente creadora.

De un periodista fluyen ideas, sentimientos, arte. Puede vestir a los hechos noticiosos según la ocasión: decir lo que quieren decir en tres líneas o en cinco mil caracteres. Escribir o hablar para un público ágil, fragmentado. Su artículo puede vivir un par de minutos o una semana. Compite con el tiempo.

1810 al 2010, un tránsito hacia lo efímero.

Escribir para lo bueno y lo malo. Flores y espinas, vida y muerte, guerra y paz. Dicotomías que cobran jerarquías en los medios.  

La objetividad es una utopía. El “grado cero” ya es historia.

“Pinta, no la cosa, sino el efecto que produce” dijo Stéphane Mallarmé, un poeta y crítico francés del siglo pasado.  Puede ser la metáfora que simplifica lo que muchos periodistas sienten que deben dar.

Están los que dirán con una imagen lo que dicen mil palabras.

Están los silenciados.

Están los que priorizan llegar a una verdad a costa de perder la vida.

Están los que escriben para que otros se luzcan.

Están los que traducen en su creación una especie de energía salvaje frente a otros  que contienen la palabra.

Están los que denotan un juego entre las ideas, con dosis de osadí­a, buenos reflejos, fluidez; son los que aún dando malas noticias definen artísticamente un hecho noticioso.

Ser reconocido como “palabra respetada”, es el broche de oro preciado por muchos de ellos.

Y están los que se destacan por escribir o hablar desde los “dos lugares”. Confrontar y dar asidero a la duda, son los elementos motivadores  para encontrar una verdad o al menos intentarlo.

Unos y otros, los de antaño y los de hoy, tienen algo en común: el halo de misterio que los envuelve. 

Profesión que genera amores y odios, la tensión permanente. 

Periodistas, son importantes.

¡Y viva la Patria!

Desde la Municipalidad de La Carlota se invitó a los trabajadores de prensa de la ciudad a participar de un festín que se ofrecerá hoy en la sala del Concejo Deliberante como motivo del dí­a del periodista. El encuentro será a las 20:30 horas. Se agradecerá a los trabajadores de prensa la difusión de asuntos comunitarios.