La vacunación contra el coronavirus en menores de edad comenzará el próximo martes cuando arranque la aplicación de las dosis de Moderna, que habían sido donadas por el Gobierno de Estados Unidos.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, encabezará el próximo lunes una reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), que servirá como lanzamiento formal de la campaña de inmunización de adolescentes menores de 18 años contra el virus Sars-Cov-2: en esta primera instancia será a aquellos que tengan entre 12 y 17 años y sufran enfermedades de base.
«El martes ya empezamos a vacunar a adolescentes priorizados», señaló la funcionaria nacional, quien destacó que se trata de «otro paso grande que se logró con este stock que estratégicamente se había reservado de Moderna».
Respecto a la población objetivo en esta instancia de la campaña de inmunización, la titular de la cartera sanitaria precisó que en la Argentina hay «alrededor de 13 millones de menores de 18 años» y explicó: «Con este avance del plan estratégico vamos a vacunar a casi un millón de adolescentes con priorización«.
Las dosis de Moderna fueron distribuidas según el criterio dispuesto por el Ministerio de Salud de la Nación, en base a la cantidad de población de cada distrito.
Así es como a la provincia de Buenos Aires le correspondieron 347.760 dosis; a la Ciudad de Buenos Aires, 60.480; a Catamarca, 8.400; a Chaco, 23.520; a Chubut, 12.180; a Córdoba, 74.760; a Corrientes, 21.840; a Entre Ríos, 27.300; a Formosa, 11.760 y a Jujuy, 15.120.
A La Pampa le llegaron 7.140; a La Rioja, 8.400; a Mendoza, 39.480; a Misiones, 25.200; a Neuquén, 13.440; a Río Negro, 15.120; a Salta, 28.560; a San Juan, 15.540; a San Luis, 10.080; a Santa Cruz, 7.140; a Santa Fe, 70.280; a Santiago del Estero, 20.160; a Tierra del Fuego, 3.640, y a Tucumán, 33.740.
Las dosis se destinarán a la franja etaria comprendida entre los 12 y 17 años que presente condiciones de salud consideradas de prioridad, como la diabetes tipo 1 o 2; obesidad grado 2 y grado 3 y enfermedades cardiovasculares crónicas (insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías, miocardiopatías, hipertensión pulmonar, cardiopatías congénitas).
Las otras condiciones priorizadas serán enfermedad renal crónica (incluidos pacientes en diálisis crónica y trasplantes) y síndrome nefrótico; enfermedad respiratoria crónica; enfermedad hepática; personas que viven con VIH y pacientes en lista de espera para trasplantes de órganos sólidos y trasplantes de células hematopoyéticas.