Los surtidores no tienen paz. En los últimos seis meses, desde que el gobierno nacional dio un guiño para dejar atrás el congelamiento que había dispuesto por la pandemia y las dificultades económicas crecientes, los precios aumentaron en 13 oportunidades. Eso implica que hubo un cambio cada 13 días. Ayer la súper llegó a $ 83,2 y la Infinia a $ 94,5.
Hasta los primeros días de agosto, la súper en las YPF de Río Cuarto estaba apenas por debajo de los 60 pesos, pero ya a fines de noviembre había alcanzado los 70 pesos tras cuatro incrementos, a un ritmo de uno por mes. Pero después los cambios fueron más frecuentes. En los siguientes dos meses y medio se aplicaron 9 alzas a los combustibles, aunque el porcentaje final fue similar al del primer período: casi 20% más. En total, entre agosto y ayer el aumento de las pizarras alcanzó el 43,4% en Río Cuarto, muy por encima del proceso inflacionario de los últimos 7 meses (22,32% según el Indec, cuando falta computar febrero). Incluso los combustibles recuperaron el terreno perdido por el congelamiento ya que la inflación del último año, siempre según el Instituto de Estadísticas, fue del 38,5%.
Esto ya fue fijado por el decreto 488/20. Allí se estableció una escala a partir de la cual el gravamen comenzaba, de manera gradual a implementarse nuevamente.
Si la cotización del barril es igual o está por debajo de US$ 45, la alícuota quedaba en 0%. Y si era igual o superior a US$ 60 pasaba a tributar el 8%, que es lo que ocurre en la actualidad debido a que los valores están apenas por encima de los 61 dólares.