Un nuevo foco de esta enfermedad detectado en la provincia activó el alerta en el sur cordobés. Debido a la situación social son muchos los vecinos que salen en busca de animales salvajes para consumo personal
Debido a la situación social son cada vez más los vecinos que en el sur cordobés salen a cazar jabalíes para el consumo personal. Esto trae aparejados algunos riesgos, ya que advierten que algunos ejemplares están contaminados con el parásito de la triquinosis.
Tras la confirmación realizada por la Provincia, el martes, de la detección de varios casos de esta enfermedad en los departamentos Río Cuarto y Calamuchita; en Huinca Renancó y desde el Iset se difundieron medidas de prevención. Al tiempo que advierten a los cazadores de jabalíes para que adopten las medidas precautorias.
Estos cerdos salvajes, considerados plaga, existen en gran cantidad en grandes extensiones del sur provincial y el límite con La Pampa. Y es hasta allí que concurren los cazadores o vecinos en busca de presas que luego consumirán.
Desde el Iset Huinca Renancó, la directora Raquel Toselli recordó que tiempo atrás se detectaron casos positivos de triquinosis en jabalíes durante un concurso de caza realizado en La Pampa. Debido a la cercanía entre las zonas es que se pide que se adopten medidas de control.
Toselli se refirió a las medidas de prevención que se adoptan desde el Municipio y además hizo un llamado a los cazadores que consumen carne que puede tener el parásito. Como acción primordial instan a los cazadores que antes de consumir dicha carne realicen el correspondiente análisis en el Iset, donde el costo es bajo y permite detectar a tiempo la presencia del parásito antes que la carne sea consumida.
“Vemos que hay mucha gente que está cazando jabalíes para consumo y el parásito está presente en el ámbito salvaje, con lo cual es posible que estos animales en la zona tengan este parásito. Es volver a hacer escuela y decirles a todos aquellos que cazan para consumo que concurran al Iset para hacer el análisis, previo consumo”, señaló la directora.
“Hay que tener en cuenta que en una faena casera come toda la familia, entonces terminan todos enfermos. Es fácil de prevenir y acá tenemos disponible todo para hacer el análisis”. Al tiempo que mencionó que el estudio sólo tiene un costro de 150 pesos.
Y recordó Toselli que, años atrás, por un animal cazado en la zona hubo varias personas que contrajeron triquinosis en Villa Huidobro, Jovita, Mattaldi y Huinca.
El análisis y diagnóstico de una muestra se hace en tres horas.
Cabe agregar que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) evitó el consumo de carne de dos jabalíes infectados con triquinosis que habían sido cazados durante un torneo realizado el pasado 18 de agosto en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa.
De este encuentro participaron equipos del sur de Córdoba.
El organismo sanitario decomisó los dos animales positivos a la triquinosis y los envió al Frigorífico Carnes Pampeanas para ser destruidos mediante digestor, siguiendo la normativa vigente en salvaguarda de la salud pública y la sanidad animal, según explicó el representante de Sanidad Animal del Centro Regional Pampeano del Senasa, Filanor Funes.
Protocolo en marcha
Tras la información difundida por el Ministerio de Salud de la Provincia, el pasado martes, sobre casos de triquinosis en la provincia, en Berrotarán una de las localidades mencionadas donde se detectó la enfermedad en animales, se puso en marcha en forma inmediata el protocolo de trabajo.
Germán Decarlini, veterinario y responsable del área de Bromatología, dijo que tras recibir la consulta de un productor que iba a hacer una faena familiar (carneada) se procedió a tomar muestras del animal para su análisis en Río Cuarto. Los resultados arrojaron casos positivos a la triquina.
A partir de allí se denunció ante los organismos pertinentes, y esta semana el Senasa concurrió al establecimiento rural y se procedió al secuestro y decomiso de los productos. Según Decarlini, no hubo contagio a personas.
En tanto, también se identificó a los animales encontrados en el lugar, que serán enviados a faena controlada a un frigorífico. “Si resulta positivo a la enfermedad va todo al digestor, de lo contrario se pueden comercializar”, detalló el profesional.