Es que según la última estimación de cosecha gruesa que hizo la entidad cordobesa, en este ciclo se van a recolectar 5,5 millones menos de toneladas de soja y 5,3 millones menos de maíz. Eso implica un retroceso en el ingreso de la oleaginosa de 41,7 mil millones de pesos, mientras que en el caso del cereal, la cifra asciende a 23,2 mil millones de pesos.
Pero ese cálculo se realiza simplemente sobre el valor de la cosecha que no se dio. Pero todos esos granos tenían destino de camión para traslado a acopiadores, molinos o puertos. Las 11 millones de toneladas requerían entonces más de 366 mil fletes, que no se realizarán este año en la provincia de Córdoba. Eso, a su vez, no sólo afecta la mano de obra de los camioneros sino también los repuestos, los gastos en ruta, las estaciones de servicio, mecánicos, entre otros que participan de la larga cadena de los cereales.
A los dos principales cultivos de verano se les puede sumar el sorgo, de manera muy marginal, cuyo retroceso estuvo estimado en 42.300 toneladas frente al ciclo 2017. Sólo esta gramínea podría haber movido 1.400 fletes más en Córdoba.
Sobre estos impactos hay que agregar además el que ya tuvo eco en un segmento industrial importante para el interior provincial: el de la maquinaria agrícola. La última semana, desde ese sector se advirtió que entre la sequía y las medidas económicas que tomó el Gobierno nacional para frenar la corrida cambiaria, como la suba de tasas, generó un freno muy fuerte en la actividad que pone en riesgo a algunas firmas. La industria de la maquinaria ocupa de manera directa unos 5 mil trabajadores en la provincia.
Muchos productores que tenían decisiones tomadas tuvieron que recurrir a una ingeniería financiera diferente que de pronto se encontró además con la dificultad de un mercado crediticio caro, fruto de las medidas adoptadas por el Banco Central. Sin los granos que creían tener en el arranque de la campaña, la situación se hizo compleja y ese fue, justamente, uno de los argumentos centrales que expuso el campo para enfrentar los rumores de retenciones que surgieron desde el Gobierno en las últimas semanas.
Lo cierto es que las consecuencias de la magra campaña se sentirá entonces con fuerza en muchas localidades del interior provincial, en donde el campo es un motor central de la economía.
Fuente: El Puntal