Semana Mundial de la Lactancia Materna

Desde el 1 de agosto hasta el día 7, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este año, bajo el lema “Construyendo alianzas para proteger la lactancia: por el bien común, sin conflictos de interés”, propuesto por WABA (Alianza Mundial pro Lactancia Materna), que trabaja junto a la OMS y UNICEF.

El objetivo de celebrar cada año esta semana dedicada a la lactancia materna, es concientizar sobre los múltiples beneficios de la misma, tanto para el niño como para la madre. La lactancia materna es uno de los medios más eficaces y menos costosos para asegurar que madres y niños pequeños alcancen un mejor nivel de salud.

La recomendación de médicos, pediatras y nutricionistas en general en cuanto a la alimentación del recién nacido hasta los 6 meses es la de la lactancia materna exclusiva, lo cual quiere decir que el bebé recibe como alimento sólo leche materna y ningún otro tipo de sólidos o líquidos, excepto algún suplemento indicado en casos especiales por el médico.

La leche materna ¿es lo mejor para el niño?

La respuesta a esta pregunta, muy frecuente y muchas veces polémica, es un rotundo “SI” y las razones son las siguientes:

-La leche materna es el único alimento capaz de satisfacer todas las necesidades de nutrientes durante los primeros seis meses de vida.

-Proporciona suficiente agua aun en climas cálidos, y es la fuente de líquido más segura.

-La leche materna es más segura e higiénica porque el niño la toma directamente de su mamá. Está disponible a toda hora y en cualquier lugar, y se conserva bien dentro del pecho materno, aun cuando la madre haya pasado un tiempo sin amamantar.

-A través de su leche, la mamá le trasmite al bebé factores de protección (“anticuerpos”) que los protegen contra las enfermedades más comunes cuando son muy pequeños y hasta que sean capaces de formar sus propias defensas.

-La lactancia exclusiva (hasta los 6 meses)reduce el riesgo de diarrea y de otras infecciones, pues dar al bebé cualquier otro tipo de alimento o bebida aumenta el riesgo de diarrea.

-Los niños alimentados sólo con leche materna presentan un menor riesgo de enfermedades infecciosas, menor frecuencia de cuadros alérgicos durante el primer año de vida y menor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas como artritis, osteoporosis, hipertensión arterial etc. en etapas posteriores de la vida.

Además de una nutrición óptima, los niños alimentados con lactancia materna exclusiva presentan mejores patrones afectivos y emocionales, y tienen un menor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria en la infancia.

-Ayuda a la mamá a volver a su peso adecuado, siempre y cuando tenga una alimentación saludable.

Algunos aspectos en relación a la alimentación de la madre durante la lactancia:

Es de suma importancia que la madre que amamanta lleve una alimentación saludable, lo cual implica que sea variada, suficiente, equilibrada y adecuada a sus necesidades y posibilidades. Algunos de los puntos más importantes de la dieta de la madre son:

-Abundante consumo de líquidos: agua, jugos de frutas, infusiones suaves.

-Realizar 5-6 comidas diarias

-No debe realizar una dieta estricta para perder peso, esto podría afectar la lactancia.

-Consumir al menos 3 porciones diarias de frutas y 2 o 3 de verduras.

-Incorporar cereales como arroz, polenta, pastas, avena, panificados con harinas finas e integrales, ya que son la principal fuente de energía de nuestra alimentación.

-Consumir diariamente lácteos, al menos 2 porciones.

-Incorporar carnes de todo tipo y huevos, para asegurar un aporte de proteínas y hierro de buena calidad.

-Consumir aceites vegetales crudos de oliva, girasol, canola, maíz, etc., en ensaladas u otras preparaciones, para tener un buen aporte de ácidos grasos esenciales.

La recomendación más importante para las mamás es:

Alimente al bebé cada vez que lo pide, sobre todo hasta los 6 meses de edad del niño, ya que él podrá satisfacer sus necesidades cuando lo requiera. Cuanto más amamante, más leche producirá la mamá. Lo ideal es brindar lactancia exclusiva hasta los 6 meses y luego complementar con alimentos hasta los 2 años de edad aproximadamente, siempre con la guía de profesionales que controlen la salud y el desarrollo del niño.

 

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