Con retenciones en cero, el precio esperado para el trigo en enero de 2016 es de USD 150 por tonelada. Así, el margen bruto se convierte en positivo, alcanzando USD 34 por hectárea, lo cual representa una mejora de USD 156 frente al escenario previo. Por su parte el maíz, mejora en rentabilidad frente a la soja e incluso en campo arrendado el margen sería positivo.
La quita de retenciones para los granos y la reducción para soja, así como la posible eliminación de ROEs y un reacomodamiento del tipo de cambio se convertían en una imperiosa necesidad para devolverle la rentabilidad al sector agrícola.
De esta manera, al materializarse estos cambios, el escenario cambia sustancialmente para el productor. Los márgenes brutos mejoran en USD 156/ha para trigo, USD 383/ha para maíz y USD 116/ha para soja. Si bien el maíz presenta mejores resultados que la oleaginosa, las medidas atenuaron aunque no pudieron revertir las pésimas expectativas que se tenían a la siembra, consolidando finalmente una caída en el área sembrada respecto a la campaña 2014/15.
Anteriormente y sin expectativas de cambio en la política agrícola, la siembra de soja era prácticamente la única alternativa para la campaña gruesa 2015/16. Mientras que el margen bruto para maíz era negativo por USD 66/ha, el de la oleaginosa era positivo por USD 131/ha.
Recordando que en la campaña 2014/15, el productor maicero recibió un precio medio de USD 98 por tonelada, lo cual constituía un precio de quebranto, no había muchos incentivos para sembrar este cereal estival. Al quitar las retenciones, el precio a cosecha esperado se incrementó USD 41, pasando de USD 109 a USD 150 por tonelada. Con este valor, incluso en campo arrendado el margen es positivo, con una mejora en términos absolutos de USD 383 por hectárea.
El trigo recupera un margen bruto positivo
Según datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba, al momento de la siembra fina, con un precio a cosecha de USD 110 por tonelada, los márgenes proyectados para trigo en la provincia lo convertían en un cultivo económicamente inviable.
El margen bruto en campo propio promedio para Córdoba era negativo por USD 122 por hectárea. Los productores que sembraron este cereal, para evitar perder dinero, lo hicieron con un bajo nivel tecnológico y, en muchos casos, sólo fue para cobertura.
Con retenciones en cero, el precio esperado para enero de 2016 es de USD 150 por tonelada. Así, el margen bruto se convierte en positivo, alcanzando USD 34 por hectárea, lo cual representa una mejora de USD 156 frente al escenario previo. Si se consideran los gastos de estructura, el margen neto continúa siendo negativo aun que se reduce la pérdida en USD 186 por hectárea. Sin embargo, en un planteo combinado con soja, el cereal de invierno estaría contribuyendo a soportar parte de la estructura de costos indirectos que recaen sobre la actividad agrícola, mejorando la rentabilidad global de la empresa agropecuaria.
A nivel departamental en la provincia, todos presentan una mejora en los resultados económicos, donde Marcos Juárez y Unión son los más favorecidos. Sin embargo, en ocho de los diecisiete departamentos considerados los márgenes aún son negativos.
La rentabilidad de maíz mejora en relación a la de soja
Sin expectativas de cambio en la política agrícola, la siembra de soja era prácticamente la única alternativa para la campaña gruesa 2015/16. Mientras que el margen bruto para maíz era negativo por USD 66/ha, el de la oleaginosa era positivo por USD 131/ha.
Recordando que en la campaña 2014/15, el productor maicero recibió un precio medio de USD 98 por tonelada, lo cual constituía un precio de quebranto, no había muchos incentivos para sembrar este cereal estival. Al quitar las retenciones, la Bolsa de Cereales de Córdoba indicó que el precio a cosecha esperado se incrementó USD 41, pasando de USD 109 a USD 150 por tonelada. Con este valor, incluso en campo arrendado el margen sería positivo, con una mejora en términos absolutos de USD 383 por hectárea.
En soja, la reducción de 5 puntos en las retenciones generaría una mejora en la rentabilidad de USD 116 para un productor que la cultive en campo propio. Si bien los resultados, son mejores a los proyectados al momento de la siembra, el cultivo de maíz tardío presenta una performance más atractiva, con un margen bruto en campo propio USD 71 mayor. Esta situación explica el mayor interés de los productores en sembrar maíz tardío en los últimos días luego del cambio de política. Sin embargo, la medida no alcanzaría para atenuar las pésimas expectativas que tenían a la siembra, consolidando finalmente una caída en el área sembrada respecto a la campaña 2014/15, aunque menor a la proyectada.
Los departamentos de la zona núcleo, Marcos Juárez y Unión, son los más beneficiados con una mejora en el margen bruto de USD 478/ha y USD 464 /ha respectivamente, en relación a las expectativas que tenían los productores a la siembra.
Más allá de que ahora la rentabilidad del cereal es más atractiva que la de la soja, para cultivar maíz se requiere una gran cantidad de capital, por lo que el hecho de venir de una campaña con resultados muy pobres, a muchos productores, que se encuentran desfinanciados, les impide encarar la campaña maicera.
Bajo este nuevo escenario, la distribución del área sembrada para el ciclo venidero, 2016/17, podría variar significativamente, aumentando la proporción destinada a sembrar de maíz en detrimento de la soja.
FUENTE: Todo Agro