En los últimos días hubo muchos chacareros que advirtieron al Hospital la presencia de víboras Yarará en muchos campos cercanos a la ciudad. Las víboras sorprenden por su gran tamaño. En tal sentido el Dr. Viotti, director del Hospital San Antonio, comunicó a nuestro medio que afortunadamente en el Hospital cuentan con suero antiofídico. Además hay sueros para los alacranes y arañas.
En caso de accidente se debe trasladar al paciente al Hospital o una institución asistencial lo más rápido posible (dentro de las 6 horas) donde se le deberá realizar inmediatamente una evaluación clínica y un estudio de laboratorio. Si los exámenes arrojan resultados de laboratorio alterados, se confirma el caso y se debe proceder al diagnóstico de gravedad y el tratamiento específico con suero antiofídico en centros de salud.
Información sobre la Yarará que necesitas tener.
De la familia de los Viperidae, este reptil, típico del paisaje del norte del país, es una serpiente que se caracteriza por su alto poder venenoso. También conocida como Víbora de la cruz, y de nombre científico Bothrops alternatus. Nombre Popular: Yarará, Víbora de la cruz, Urutú, Crucera. Nombre Científico: Bothrops alternatus, Género: Bothrops, Familia: Viperidae
Características:
Principalmente esta serpiente, se caracteriza por su poderoso veneno, que la hace la víbora más temida en todo el territorio Argentino.
Como todas las víboras la estructura de su espinazo y sus vertebras que se encuentran libes le permite dos tipos de movimientos, de modo que este reptil puede contornearse o trasladarse de un modo rectilíneo, la yarará además de estos dos movimientos comunes a todas las serpientes tiene un tercero: el sinuoso lateral. Todo esto también esta facilitado por las placas ventrales que posee, lo cual sumado a las irregularidades de los terrenos donde se mueve, permite un excelente movimiento.
No tiene agudizado el sentido de la vista ni del oído sino más bien que es un reptil sensorial, ya que percibe las vibraciones de la tierra en donde se esté moviendo, además de su lengua que también le transmite información de su entorno. Este reptil por lo general, tiene hábitos crepusculares y noctámbulos, ya que empieza a salir de caza cuando el sol va cayendo, debido a que es el momento en el que sus presas también salen.
Otra de sus características es ser poiquiloterma, lo que significa que es un reptil de temperatura variable, que está supeditada al ambiente donde se encuentre, sin embargo evita siempre el contacto con el sol.
En época de invierno, cuando las temperaturas son muy bajas, al igual que otros animales, hiberna, reduciendo su actividad a lo menor posible para no gastar energía y así afrontar la temporada invernal. Su cuerpo es grueso, con escamas y la cola es corta, puede llegar a medir hasta un metro y medio, sin embargo las hay de dos tipos: la Yarará Grande y la Yarará Chica.
Tiene en su boca dos dientes superiores que son como agujas comúnmente llamadas hipodérmicas ya que es por allí por donde sale el veneno que pasa a la presa o al hombre al morder. La característica de estos dientes es que al cerrar la boca se mantienen como plegados sobre el paladar de este reptil. Luego para abrirlo se extienden con una suerte de palanca para morder a la víctima y soltar todo su veneno que es obviamente mortal.
Alimentación:
La Yarará, como dijimos caza cuando cae el sol, buscando sus presas como ratas, roedores, ratas coloradas, lo cual pese a su alto carácter de venenosa para el hombre, le otorga un ligar importante en la Cadena Trópica, ya que permite el control de roedores en los lugares en donde ella habita. De ahí el dicho popular: “donde hay víbora no hay ratas”.
También puede en ocasiones alimentarse de algunos insectos, o de ranas.
Hábitat:
La Yarará es una serpiente muy común en las regiones de Argentina, en todo el norte, y en provincias como San Luis, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, así como también la podemos encontrar en los países vecinos de Paraguay, Uruguay y Brasil. Durante la época hibernal se oculta en escondrijos o huecos, así como también en cuevas que fueron abandonadas por los roedores. Siempre se encuentra en orilla de los ríos, lagunas, en pajonales, pastizales,
Reproducción:
Es un reptil ovíparo, es decir que la reproducción es al mismo tiempo vípera y ovípara. Aquí el embrión está cubierto por una suerte de membrana ya que al permanecer dentro del cuerpo de la madre no corre peligro, y por ende no necesita de cascarones fuertes a modo de protección. Luego la madre cada 12 minutos aproximadamente, da a luz una cría que recibe el nombre de viborezno de unos 25 centímetros de largo. En total puede llegar a parir unos 17 viboreznos. Al nacer, la membrana transparente que los recubría se rompe automáticamente para que la cría pueda salir. Un dato curioso, es que a os 25 minutos de su nacimiento ya están listos para sobrevivir solos ya que ya pueden trasladarse, morder y engullir una presa y sus colmillos ya tienen veneno.
Seguro estan matando esos pobres animalitos, la yarará de la kris, es mas venenosa que todos estos bichos juntos y nadie(por ahora) se le ocurre meterle un palazo en la cabeza…