En Brasil hay más de mil cooperativas de crédito y en México hay unas 1700 sucursales de la Caja Popular. Fueron algunos de los números que impactaron el jueves 24 en el Primer Congreso de Cooperativismo de Crédito e Integración Latinoamericana, desarrollado en la Ciudad de Buenos Aires con la participación de 240 exponentes del sector del ámbito nacional e internacional.
En la apertura, el directivo de Sancor Seguros y director de la Casa Cooperativa de Sunchales, Raúl Colombetti, resaltó la importancia de la enseñanza del cooperativismo a los más pequeños y describió que jóvenes de nivel medio practican este sistema y ahorran unos 500 pesos al año por cada uno para poner la biblioteca al servicio de quienes no tienen acceso inmediato.
El vicecanciller de la Nación, Eduardo Zuaín, se refirió a la importancia de las cooperativas para profundizar “el modelo de desarrollo con inclusión y la movilidad social” y demostrar que “existen otras formas de producir, intercambiar y consumir, distintas a la lógica omnipersente del mercado”.
El presidente del Inaes, Patricio Griffin, consideró que el congreso es una muestra de que el sector cooperativo está integrándose y portando mensajes comunes. “Hemos superado el ser solidarios en solitario”, afirmó, y realzó el programa de microcréditos llevado adelante por entidades cooperativas y mutuales con la mira puesta “en el esfuerzo propio y la ayuda mutua”.
Los disertantes internacionales coincidieron en la necesidad de consolidar la integración regional y aportaron algunas cifras que reflejan el desarrollo del sistema financiero solidario en sus países, donde las cooperativas son de Ahorro y Crédito. La Caja Popular Mexicana por ejemplo, está conformada por 358 cooperativas con 6 millones de socios, mientras que Brasil superó el millar de entidades que prestan para una gran parte de la población dificultada de acceder a la banca tradicional.
“Este evento es muy importante para conseguir la integración de todo el sector de porque es importante que no se desarrollen de forma aislada sino que se aplique en la practica el sexto principio cooperativo, que nos dice que cooperemos entre los diferentes sectores”, sostuvo el titular de la entidad mexicana y presidente de Cooperativas de las Américas (ex ACI-Américas), Ramón Imperial.
También expusieron sobre la situación en Uruguay el tesorero de la federación de cooperativas de ahorro y crédito de ese país, Esteban Saletros, y el titular del Inacoop, Fernando Berasain. Además, el colombiano Hernán Uribe Vélez realizó una brillante exposición como referente de la Confederación Latinoamericana de las Cooperativas de Ahorro y Crédito (COLAC), que agrupa a todas aquellas federaciones como la FACC en busca de unificar políticas en todos nuestros países.
Después de varios talleres que se realizaron simultáneamente en las instalaciones del Hotel Savoy, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, las conclusiones arrojaron la necesidad de conseguir “en forma perentoria” la autorización del Banco Central para el funcionamiento de las cajas de crédito cooperativo, tal cual lo vienen reclamando varias juntas promotoras en el interior del país.
Otras de las conclusiones pusieron énfasis en afianzar la integración horizontal y vertical y en intensificar la educación y la participación a través de canales formales y del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación. También hicieron referencia a la necesidad de adecuar la legislación para que la economía solidaria pueda utilizar todas sus herramientas en materia crediticia.
Para alcanzar muchos logros que están pendientes los dirigentes de la FACC señalaron que es preciso estar asociados a federaciones y confederaciones, en sintonía con el presidente de Cooperar, Ariel Guarco, quien afirmó en el cierre del Congreso que “el desafío que nos vio nacer hoy nos queda chico” y convocó a la integración “no sólo intra-sectorial sino con todos aquellos otros sectores que militen por una sociedad más digna de ser vivida”.