“Yo no estoy cerca de De la Sota ni de Cristina porque son lo mismo”.

El legislador nacional por la UCR dialogó en el programa radial Sin Comentarios dejando varias frases de su pensamiento político económico y su panorama de la realidad social.

“Existe una gran frustración por el tema de viviendas”

 El tema de la vivienda es un tema clave, no solo por los jóvenes y sus problemas para ingresar a la vivienda, sino que se necesita un verdadero plan de integración nacional en todos los sentidos.

Los gobiernos debieran preocuparse para que en los pueblos del interior de todo el país, hubiera instalaciones de carácter industrial, no solamente agropecuario para que los jóvenes pudieran tener expectativas de conseguir trabajos, además de la vivienda, para poder arraigarse en su pueblo, construir su familia y tener un futuro con expectativas.

En la medida en que no se gobierne para integrar, muchos de esos jóvenes emigran a las grandes ciudades donde es probable que consigan poco trabajo y pases a formar parte de los bolsones de pobreza que tiene el país.

Por lo tanto esto debe tratarse de políticas que tienen que ser consensuadas y coordinadas entre los gobiernos nacionales, provinciales y municipales, los tres estamentos gubernamentales que tienen responsabilidad en este tema, el que marca la pauta general es el gobierno nacional, que de alguna manera financia estos programas que tienen que ejecutarse entre la provincia y el municipio.

El gobierno de De la Sota, tiene una enorme habilidad para hacer anuncios en épocas de campañas, anunció en la última campaña a gobernador la construcción de una enorme cantidad de viviendas que en realidad seguirán siendo un gran anzuelo para los jóvenes que quieren incorporarse a las viviendas. Pero todo eso se frustró; de las 15.000 viviendas que dijeron que se iban a hacer con créditos de 70.000 dólares solo se entregaron 187 viviendas y de los 4.162 préstamos que se anunciaron para el año pasado no se entregaron ninguno.

“La Argentina debió pensar hace más de una década en alterar su matriz de producción e industrializar el país”

Es por ello que las expectativas no se renuevan para que se cambie de gobierno, lo que hay que cambiar son las políticas. Los problemas más serios que tiene la Argentina son sin duda la pobreza y eso tiene como causa la falta de políticas para generar el empleo necesario que los jóvenes necesitan para incorporarse al mercado laboral.

El aparato de producción de la Argentina que básicamente es un aparato de producción primaria ya no alcanza para generar 250.000 puesto de trabajo todos los años. La Argentina debió pensar hace más de una década en alterar su matriz de producción e industrializar el país para generar esos puestos de trabajo, eso es el éxito de un gobierno.

Hoy ya son cerca de 12 millones los pobres en el país, crear trabajo no es solo hacerlo para los que se incorporan al mercado laboral sino también para intentar sacar a los que están en la pobreza. Pero un salario no saca a la gente de la pobreza, además hay que darle vivienda, condiciones de salubridad dignas, además de una educación suficiente, recuperando la cultura del trabajo. La escuela Argentina que era una escuela formadora se ha convertido solamente en una escuela contenedora por eso en ésta década aumentaron las matrícula de los colegios privados en detrimento de las públicas.

“Hay que cambiar las políticas basadas en este populismo destructor”

Hay que cambiar las políticas basadas en este populismo destructor que lo único que hace es construir ilusiones que nunca puede concretar porque el populismo es una estrategia de poder que debe seducir al electorado pero que no puede concretar esa seducción.

Debemos pasar a un país que genere los recursos necesarios para que todo el mundo pueda tener trabajo.

“El debate central en la Argentina es ¿cuál es la matriz o el sistema de producción que la Argentina necesita para crear todos los años 250.000 puesto de trabajos que son los jóvenes que se incorporan al sistema laboral?”

El debate sería como se construyen esos puestos de trabajo, cual es la matriz productiva diversificada, los eslabones de la cadena productiva y a donde se tienen que instalar los establecimientos industriales, porque si nosotros queremos arraigar a las personas donde se nace, las fábricas tienen que ir al lugar donde están los chicos, los pueblos del interior y además crearle las condiciones económicas para que las fábricas vayan a esos lugares y crearle las ventajas competitivas para establecerse en esos lugares, ahí deben dirigirse las inversiones productivas.

Éste es a mi juicio el debate que falta en Argentina, que yo lo estoy haciendo en esta campaña, es muy difícil trasmitir esto, es más fácil decir voy hacer 100.000 viviendas, voy hacer autopistas, nunca voy a hacer esas medidas pero con ello le compré el voto volviendo a frustrar a la gente.

“El diagnóstico que yo hago no compra votos, sino que es un diagnóstico muy profundo”.

En las campañas electorales venden cosas, yo no vendo cosas, yo lo que hago es mostrar el problema y esto es lo que hay que solucionar y no lo hace la mayoría de los dirigentes políticos. El fracaso de la Argentina tiene que ver mucho con el fracaso de su clase dirigente.

Mi optimismo actual es que ya han pasado tantos años, no sólo este gobierno kirchnerista, tantos años de frustraciones, inoperancia, de no resolver los problemas que me parece que la sociedad en algún momento cansada va a decir basta. Por ejemplo en este momento todos los partidos de oposición planteamos que hay que poner un límite porque la sociedad ha planteado un límite. Me parece que el kirchnerismo se terminó en el 2015 y eso es casi imposible que pueda variar.

El problema es que hacemos de aquí para adelante, si viene un gobierno semejante al kirchnerismo seguimos en el horno y si viene un gobierno que no sabe cuáles son los problemas que hay que solucionar. La ciudadanía tiene que advertir que va a votar, que es lo que va a resolver, porque cuando uno vota resuelve su propia existencia. Creo que la dirigencia política debe generar condiciones para que existan cambios de políticas en el país.

No soy solo yo el que habla de estos temas, muchos dirigentes jóvenes ya entendieron cuáles son los problemas a resolver, por eso estoy convencido que Argentina comienza a resolver sus problemas. Esto que yo estoy hablando se está ejecutando en Chile, Brasil, Colombia y muchos países asiáticos, están construyendo planes de gobierno de desarrollo y de industrialización, los que lo hicieron antes son países del primer mundo, los que lo están haciendo ahora son países emergentes y próximamente llegaran a ese lugar de privilegio que es donde la gente vive mejor.

¿Qué hacer si se es gobierno?

Lo primero que hay que recomponer en la Argentina es la credibilidad en el país,  en las instituciones democráticas, el Congreso, la justicia, en las reglas de juego, además de tener un programa de desarrollo. Todo esto para que se haga efectivo el valor moral de inversión. La inversión  es lo que hace que un país se desarrolle, son recursos privados que se instalan en los países para solucionar el problema de la matriz de producción. Al lado de una fábrica se instala otra.

Con Menem el país se desindustrializó, el gobierno actual ha cuidado a la producción nacional pero no se ha ocupado de crear más producción industrial porque sus políticas de desaliento a la inversión han impedido que haya inversiones reales. Yo no estoy cerca de De la Sota ni de Cristina Fernández porque son lo mismo.

¿Qué debería hacer el gobierno provincial con lo que se destapó con el narcotráfico?

Lo que habría que saber es si el gobierno provincial es cómplice de esto que está pasando, que es una posibilidad, o esto que ha pasado fue por indolente, es decir, por ejercer el poder livianamente. Cualquiera de las dos cosas es muy complicada. Salir de esto es generar una política distinta y encarar la lucha contra el narcotráfico de una manera diferente.