Martín Gill, secretario de Políticas Universitarias, destacó que de esta manera las universidades logran vincular el conocimiento con las materias primas.
Con los objetivos del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA) a la vista, que prevé para el 2020 incrementar la producción en un 60 por ciento, el sector universitario pone manos a la obra. Dentro del Plan Estratégico para la Formación de Ingenieros, se pondrán en marcha las unidades productivas de innovación agropecuaria y agregado de valor (UPIAAV). La novedad fue presentada hoy por Cristina Fernández de Kirchner en Tecnópolis, acompañada por los ministros de Educación, Alberto Sileoni, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Norberto Yahuar. También participaron el vicepresidente, Amado Boudou, el secretario de Políticas Universitarias, Martín Gill, gobernadores y rectores de universidades nacionales.
Se trata de una política conjunta implementada mediante un convenio entre la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) para dotar a las universidades con estas unidades. Se da cumplimiento así, por parte de la SPU, a la dimensión del Plan Estratégico para la Formación de Ingenieros que hace referencia al aporte de la Universidad argentina para el desarrollo territorial sostenible.
La presentación de Agrovalor en el predio de Tecnópolis constituye toda una declaración, teniendo en cuenta que las UPIAAV se proponen agregar valor a la producción agrícola desde el conocimiento y la implementación tecnológica. Concretamente, se trata de integrar en un solo ámbito la enseñanza, la investigación, la extensión y la vinculación tecnológica y de servicios, de manera que todas estas actividades confluyan en estas unidades. De esta forma, las UPIAAV serán un espacio capaz de generar emprendimientos que sirvan como modelos de referencia para el mundo de la producción agrícola, “una especie de incubadora de empresas empresas que permitan a los pequeños productores y al sector privado desarrollar herramientas productivas” para alcanzar las metas del PEA, explicó Gill.
Para su creación, las casas de altos estudios nacionales podrán asociarse con otros organismos del Estado nacional, provinciales y municipales; con universidades privadas, empresas, productores individuales u organizados en cooperativas, entre otros tipos de asociaciones.
Al respecto, Gill afirmó que el PEA “se planteó metas muy ambiciosas para el desarrollo nacional y este es un camino para eso. Es una convocatoria muy importante porque le va a dar estabilidad a la participación de las universidades en ese diseño y vincula fundamentalmente de manera institucional al conocimiento con la materia prima, y esa es justamente la síntesis del PEA: conocimiento aplicado a la materia prima”.
En la etapa inicial del Programa Agrovalor, se prevé la puesta en marcha de veinte unidades productivas en todo el país, con una inversión de 46 millones de pesos aportados por las carteras de Educación y de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Uno de los objetivos fundamentales de estas unidades es generar y socializar prácticas respetuosas con el medio, de manera de disminuir y controlar la presión sobre el ambiente. Esta meta se complementa con las de industrializar la ruralidad, ampliar las posibilidades laborales y mejorar las condiciones de inclusión social, y tender a la mejora constante de la producción para consolidar la soberanía alimentaria y continuar acrecentando el rol de Argentina como exportador de clase mundial en agroalimentos.
Otros programas
Durante el acto, y como parte del incentivo para fortalecer la educación aerotécnica, la presidenta entregó a directores de escuelas agrotécnicas de diversas provincias las llaves de 23 minibuses, cuya función será trasladar a los alumnos a los establecimientos educativos y a los terrenos donde se llevan a cabo las prácticas agrícolas que se enseñan.
A su vez, durante la ceremonia se presentó formalmente la primera convocatoria del Programa “Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo”, a cargo de la Dirección Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado, dependiente de la Secretaria de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación.
El Programa cuenta con un financiamiento de 3 millones de pesos, y está pensado para los alumnos que deben presentar sus tesis y trabajos finales en algunas Ingenierías o en Diseño Industrial, donde se les exige la producción de un prototipo. Al respecto, Gill explicó que los costos que debe afrontar el alumno para concretarlo, muchas veces son un impedimento para que logre graduarse. El programa, entonces, prevé financiar esta etapa con un máximo de 25.000 pesos por proyecto.
También se anunció que los alumnos de escuelas aerotécnicas tendrán disponibles anualmente 700 becas para realizar estudios de tecnicatura y carreras de grado vinculadas a la producción agropecuaria.