A dos años del desastre atómico de Fukushima, 40 activistas de Greenpeace acaban de ingresar a la Central Nuclear Embalse para exigir que Argentina abandone el peligro de la energía nuclear.
Luego de vulnerar de manera pacífica las medidas de seguridad de la usina atómica, los activistas se dirigen al edificio del reactor para desplegar la leyenda «Basta de peligro nuclear».
«Esta acción de Greenpeace demuestra que la seguridad de la Central Nuclear Embalse, como la de todo reactor nuclear, es vulnerable a cualquier imprevisto. Es urgente el cierre de esta Central, que está ubicada sobre una falla sísmica y tiene su vida útil vencida, e iniciar así el abandono de la energía atómica en el país», declaró Mauro Fernández, coordinador de la Campaña de Energía de Greenpeace en Argentina.