Aunque las últimas lluvias trajeron alivio, no alcanzan para cubrir el déficit en forrajes para alimentar a las vacas en invierno. Productores de Ucacha advierten sobre las consecuencias que tendrá en la producción
Ucacha.- «Esta es la peor sequía de la historia, trabajo desde los 8 años y desde el ’60 iniciamos el tambo a mano por entonces, pero no recuerdo sequía similar. Además de la pedrea todo esto hizo que la producción bajara en un 30 por ciento». De esta manera, Octavio Oviedo, productor lácteo de Ucacha graficaba la situación por la que atraviesa el sector, y la preocupación existente por la imposibilidad de haber acumulado forraje para alimentar a los animales en invierno.
«Para nosotros, esta sequía fue terrible, al punto de no tener alimento para los animales, de modo que teníamos que salir a comprar suplementos a otros productores para darles de comer y seguir con la producción normal».
Pero admitió que otro factor tuvo igual incidencia, cual fueron las altas temperaturas. Esto produjo un «déficit de agua que se acumuló durante los últimos tres años, por ello es grave la situación actual de los productores tamberos, a nosotros la pedrea nos liquidó todo, a lo que hay que sumarle la sequía y las altas temperaturas, por lo que tuvimos que resembrar para lograr alimento y hacer reservas, donde por suerte llovieron más de 100 milímetros, como para iniciar la resiembra de pasturas».
Para Oviedo aún no se ha tomado conciencia de la gravedad de la situación: “Tendremos real magnitud cuando se conozcan los resultados finales de la producción, nosotros hemos sentido el impacto y sabemos de productores chicos que están al borde del abismo, ya que encarecieron los costos, al tener que salir a comprar alimento, pasturas y forrajes».
El productor dijo desconfiar de las actuales estimaciones de pérdidas y consideró que son mucho mayores a las oficializadas.
“Por suerte los tamberos de la zona son concientes de que deben hacer reservas para poder tener alimento en invierno, en el tambo hay que tener en cuenta que a veces, durante varios meses, se trabaja a pérdida”.
A esta situación particular planteada por el fenómeno de la Niña, se suma otra que viene soportando el sector lácteo y está referido al valor que se abona al productor por la leche que entrega.
El precio, otra pelea
“Actualmente nos abonan el precio del litro de leche a un 1,5 pesos cuando entendemos que al menos debería ubicarse en los 2 pesos».
Sobre este tema hace ya tiempo los tamberos vienen pidiendo una actualización de cifras que aún no se logró.
«Con el precio actual por litro, la sequía y la pedrea que padecimos en esta zona – agregó Oviedo -, se complica mucho hacer inversiones, que son siempre necesarias e impostergables, en el tambo no se improvisa, se necesita decisión y principalmente calidad, la calidad puede mejorarse siempre, producir leche es una profesión y debe entenderse de este modo para quien se dedique a la misma».
Cautelosos
Francisco Anchorena es otro productor de la cuenca de Ucacha. Posee cinco tambos, y al igual que Oviedo admite que la sequía dio un duro golpe a esta producción. A pesar de la bendición de la lluvia de los últimos días, ahora se deberá trabajar contra reloj para lograr acumular alimento para los animales.
“Tenemos que ser muy cautelosos para poder contar con reservas para alimentar a los animales en el invierno, de otro modo deberemos salir a comprar suplementos y esto duplica los costos y baja sustancialmente la rentabilidad”, explicó.
Anchorena indicó que las reservas no serán las que tenían previstas por el impacto de la sequía. “Si tenés pensado hacer 200 rollos y solamente podés hacer 100, es una situación que trae sus complicaciones propias”, expresó el productor lechero, quien cuenta con un plantel de unas 600 vacas en sus 5 tambos, con una producción promedio de 11 mil litros diarios.
“Además de la sequía, el precio está disminuido – indicó el productor – , debería registrarse un retoque de acuerdo al incremento de los costos e insumos, actualmente percibimos 1,5 pesos por litro, pero debería ubicarse entre 1,6 o 1,7 pesos para equiparar los aumentos en los insumos y la inflación registrada en los últimos meses”. “Hay varios factores que influyen negativamente en nuestra actividad –indicó el productor ucachense-, la falta de precios, la sequía y la caída en la producción. Varios tambos cerraron sus puertas, en particular los pequeños, algunos por la falta de rentabilidad y otros por cambio de actividad”. dijo. Productores de esta cuenca ya elevaron su pedido al gobierno provincial, a los fines de recibir algún tipo de ayuda o cobertura ante las pérdidas sufridas. Es así que se completaron alrededor de 20 declaraciones juradas, donde los vecinos expusieron su situación.