Vuelven los controles de alcoholemia a La Carlota

En nuestra ciudad ya se realizó un procedimiento con seis conductores demorados. Preocupados por la reiteración de accidentes de tránsito durante los fines de semana, voluntarios y autoridades de La Carlota decidieron volver con los controles de alcoholemia, que se realizan en horarios de madrugada, a partir de los viernes.
En nuestra ciudad se realizó el primer control el pasado fin de semana. El objetivo es prevenir que personas con alto nivel de alcohol en sangre conduzcan vehículos y evitar, de esta forma, los accidentes de tránsito.Desde la Secretaría de Gobierno, a cargo de José López, se impulsó esta tarea que contó con la participación además de inspectores y agentes policiales. “Se trabajó en horario de madrugada desde las cinco de la mañana a las 8. Podemos decir que fue exitoso, ya que no hubo inconvenientes ni altercados que obligaran a la intervención de la autoridad policial”, se explicó desde el Municipio.

 

En total, se realizaron 86 controles, de los cuales seis fueron positivos. Los puestos se ubicaron en el ingreso norte, por ruta provincial 4, en su intersección con la nacional 8. “Uno era un conductor de La Carlota y otros de la región, como el caso de Santa Eufemia, Ucacha y Chazón”, se informó. Se evitó de esta manera que personas alcoholizadas continuaran manejando, especialmente los conductores que debían recorrer varios kilómetros por ruta.

De este primer operativo participaron los secretarios de Gobierno y de Desarrollo Social, dos policías, una enfermera, dos inspectores y un chofer encargado de trasladar los vehículos que quedaban demorados. “En aquellos casos donde había algún acompañante en condiciones de conducir, se cambiaba y continuaban en viaje”, se explicó.

La tarea continuará en los próximos fines de semana, sumando ya la colaboración de integrantes de centros vecinales.

Así también se informó que se hará un estricto control sobre el horario de cierre de los boliches, ya que se ha observado una relajación en los mismos, lo cual deriva en una violación a la ordenanza que fija como finalización de la noche a las cinco de la madrugada.