LA SIGUIENTE INFORMACIÓN FUE EXTRAÍDA TEXTUALMENTE DEL DIARIO «PUNTAL».
Lo acusan de un grave ataque contra una joven de 23 años
El violento episodio sucedió la madrugada del 28 de agosto en nuestra ciudad. El imputado tiene 38 años y la víctima es una mujer de 23 años que se habría resistido tenazmente sin poder evitar el abuso.
La Fiscalía de La Carlota envió a los Tribunales de Río Cuarto la elevación a juicio contra un vecino carlotense de 38 años acusado por el delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado.
Alberto Ángel Medina, de 38 años, se encuentra detenido en el Servicio Penitenciario Número 6 de Río Cuarto, luego de que una joven de esa localidad denunciara que abusó sexualmente de ella, la madrugada del 28 de agosto de este año.
Según la descripción del hecho que hiciera la fiscal de instrucción Ana María Venturuzzi, la víctima se resistió con enjundia al violento ataque aunque eso no habría podido impedir que el desconocido cumpliera su objetivo.
Venturuzzi señaló que el 28 de agosto de este año, a las 5 de la madrugada, Medina salía del local nocturno “El Bosque”, ubicado en la ruta 4 de La Carlota, cuando hizo subir a su coche -un Renault Clio patente AST510- a una joven de 23 años que a esa hora se encontraba haciendo dedo en el lugar para ir hacia el centro de la ciudad, pues no podía conseguir ningún remís.
Sorpresivo ataque
“Una vez que subió, el imputado emprendió marcha, entrando en la ciudad por Avenida Hipólito Irigoyen doblando por La Rioja hacia el oeste donde se encontró con la costanera del río. Al llegar al lugar -relata la elevación a juicio- la chica se sintió descompuesta, abrió la puerta y vomitó fuera del auto, luego de lo cual el imputado con intención de satisfacer sus deseos sexuales se le tiró encima para besarla, mientras la víctima le gritaba que la dejara irse”.
Agrega que haciendo caso omiso, el acusado continuó echándosele encima a la joven, lo que originó un intenso forcejeo entre ambos.
En un momento, la mujer tomó uno de sus zapatos y golpeó con fuerza la cabeza del agresor haciéndolo sangrar, mientras que el hombre la tomó del cuello y la sofocaba sin atender sus ruegos para que no le hiciera nada.
Según el relato de la fiscal, se produjo entre ellos una fuerte puja pero la resistencia de la joven no alcanzó a evitar que fuera abusada sexualmente con acceso carnal en varias oportunidades.
El conductor del vehículo le habría hecho saber que no se irían hasta tanto no hicieran lo que él quería. Así fue cómo, en medio de una lucha cuerpo a cuerpo, el atacante habría logrado quitarle la ropa y accederla sexualmente.
En un momento, la víctima alcanzó a tomar un elemento de plástico con el que golpeó a Medina, pero eso no hizo más que enfurecerlo.
“Quedate quieta, sino te mato”, habría sido su advertencia, pero la mujer volvió a tomar uno de sus zapatos con el cual golpeó nuevamente al agresor en el cráneo.
En respuesta, el hombre le habría aplicado dos golpes de puño en el rostro provocándole una herida en la boca.
Posteriormente, Medina volvió a poner en marcha su auto y se dirigió junto a la joven hacia el sector del cementerio de la localidad donde se detuvo y, una vez más, abusó de ella mediante el uso de la fuerza.
Rastros físicos del abuso
Luego de concluido el ataque, Medina le habría preguntado en qué sector de la ciudad quería que la dejara y, una vez que se hubo librado de él, la joven se dirigió en forma urgente hacia la policía donde un médico pudo acreditar que presentaba “hematoma en el lado derecho del rostro, otro en la zona interna de la cara y eritema en la zona anterior del cuello”, en tanto que también habría comprobado rastros físicos de la violación.
Un nuevo examen médico que una forense le practicó ese mismo día ratificó la existencia de lesiones genitales y extragenitales.
Cuatro meses después de este repudiable episodio, la fiscal de La Carlota entendió que tenía en sus manos elementos suficientes para enviar a juicio la causa contra Medina.
Cuando el acusado fue interrogado por la Fiscalía, negó rotundamente haber cometido abuso sexual alguno.
En caso de que se acredite la culpabilidad de Alberto Ángel Medina, podría recibir una condena de hasta 15 años de prisión, pues así lo establece el artículo 119, en su tercer párrafo.
La figura de abuso sexual con acceso carnal reiterado que le fuera aplicada a Medina por la fiscal Ana María Venturuzzi señala que será reprimido con una pena de entre 6 y 15 años de prisión aquella persona que abusara sexualmente, con acceso carnal, de una víctima menor de 13 años, o bien cuando mediare violencia, amenaza abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción.
A poco de transcurrido el hecho, Medina fue detenido y enviado a la cárcel de Río Cuarto donde se encuentra alojado a la espera de que la Cámara Primera del Crimen fije una fecha para la celebración del juicio.
Como esta causa fue enviada recientemente desde los Tribunales de La Carlota, se estima que el juicio se celebrará el año entrante.