Productores La Carlota: «Queremos políticas claras»

Cristina lanzó el plan «Carne para todos»

Escoltada por Guillermo Moreno, hizo una compra simbólica de cortes a precios populares en la explanada de la Casa Rosada

La presidenta Cristina Kirchner presentó el martes 26 de abril el programa «Carne para Todos», con la visita a dos camiones semirremolques estacionados en la explanada de la Casa de Gobierno como lanzamiento oficial.

El programa que ofrece cortes a precios populares, depende de la Secretaría de Comercio Interior. El secretario Guillermo Moreno escoltó a la Presidenta durante su compra simbólica.

Acompañada también por el ministro de Economía, Amado Boudou, Cristina recorrió los puestos móviles que recorrerán el conurbano, y adquirió diversos productos.

Así, la presidenta replicó la modalidad del programa «Pescado para Todos», con la cual promovía el consumo de pescado al reconocer el alza del precio de la carne vacuna.

Mentira electoral: «Carne para todos» llega al 0,15% de los consumidores

El proyecto “Carne para todos”, lanzado el martes por la presidenta Cristina Kirchner, debería llamarse “carne para pocos”. O mejor todavía “un negocio para pocos”. Sucede que los 10.000 kilos de cortes baratos que se prometieron volcar diariamente en el mercado equivalen a solo 0,15% del consumo total del país. Y quienes se benefician con el operativo forman parte de un selecto grupo empresario favorecido por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, sin que medie una resolución y mucho menos una licitación pública.

El proyecto tuvo una generosa difusión oficial, pero ningún funcionario del Estado, salvo Moreno, intervino en su diseño ni velará por su ejecución. Según informó el Gobierno, desde las próximas horas cinco camiones refrigerados recorrerán las barriadas más populosas vendiendo 13 cortes vacunos a precios sugeridos por el poderoso secretario. Dos de esas “carnicerías móviles” se estacionaron este martes en Plaza de Mayo para el lanzamiento del programa. La presidente podía comprar allí un kilo de asado a 10,50 pesos, un valor imposible pues el precio de mercado lo duplica y hasta triplica.

Detrás de Cristina, el martes, se encontraba un empresario llamado Ricardo Bruzzese. Precandidato a intendente de La Matanza por un sector del kirchnerismo, Bruzzese es dueño de una red de carnicerías que funciona bajo el paraguas de una firma llamada “Don Corleone SA”.

Es el artífice -y el principal beneficiario- de semejante milagro económico.

En realidad, no hay milagro ni nada por el estilo. Cuatro fuentes del sector frigorífico consultadas ayer por Clarín coincidieron en apuntar que ese grupo puede vender tan carne a tan bajo precio únicamente porque recibe una generosa porción de la “barata”.

En la jerga carnicera todos saben de qué se trata. La “barata” está formada por los cortes vacunos que varios frigoríficos envían cada semana, a precios mucho más bajos que los reales, a ciertos supermercados y otros puntos de venta definidos por Comercio Interior. Pierden plata, claro. Pero solo cumpliendo las órdenes de Moreno esos frigoríficos se aseguran acceder a los permisos de exportación (ROE), que administraba la ex ONCCA pero define Moreno.

Con ese sistema, que tampoco fue establecido por una resolución formal, el custodio de los precios se asegura que los supermercados ofrezcan una pequeña dosis de carne a los “precios oficiales”, que son luego se toman como base para construir el índice de inflación.

Según las fuentes, los frigoríficos exportadores envían a la “barata” de 400 a 500 toneladas por semana.

La Argentina consumirá este año 2,3 millones de toneladas, equivalentes a unas 6.000 toneladas por día, o unas 40.000 por semana. Queda claro que la “barata” tiene un efecto más testimonial que efectivo sobre los precios.

Al lanzar “Carne para todos”, el Gobierno informó que los camiones ofrecerán “hasta 10.000 kilos diarios” de estos cortes baratos, es decir entre 50 y 70 toneladas a la semana. Esa cantidad es todavía más insignificante respecto del consumo real de la población.

Pero lo que empalidece todavía más el anuncio presidencial es que, sin que medie normativa alguna y mucho menos se respeten las reglas básicas del Estado, se favorezca a determinado grupo económico en detrimento de otros. “Estamos cansados de que algunos hagan negocio a costa nuestra”, dijo ayer uno de los empresarios que todas las semanas envía el lote de carne “barata” exigido por Moreno. Luego reveló que vende el asado a ese destino a 8,70 pesos más IVA (10,5%), es decir a unos 9,50 pesos por kilo.

Un peso por debajo de lo que después el sistema de Moreno se lo ofrece al público.

El titular de Don Corleone SA no tiene frigorífico propio, pero por obra y gracia de este operativo se garantiza una buena cantidad de carne que le proveen a precio de remate otros establecimientos.

Con oficinas en Puerto Madero, Bruzzese muestra en los últimos meses un ostentoso pasar. Al menos dos fuentes aseguraron que en realidad su principal negocio consiste en “desviar” parte de la “barata” que recibe hacia fábricas de chacinados y hamburguesas, a las que les cobraría los precios reales del mercado . Pero como no existen ni reglas ni instancias de control, no hay manera de probarlo.

Recién hace poco tiempo este comerciante pudo incursionar en el territorio de los frigoríficos. Alquiló la planta de Plomer, de Las Heras. El dueño de ese establecimiento también recibe parte de la “barata” de Moreno, pero se limita a venderla únicamente en el Mercado Central. Se trata del matarife Alberto Samid, quien ayer calificó el flamante plan “Carne para Todos” como “un gesto extraordinario” del Gobierno nacional.  /clarin.com

 

Desde La Carlota: La Asociación de Productores emitieron un comunicado en el que expresan bajo el título de : ¿Carne para todos o para algunos?

“Una vergüenza, causa tristeza. La carne aumentó gracias al sin número de medidas desacertadas que tomaron Cristina, Néstor y Moreno a partir del 2006. Ellos le daban carne barata al pueblo, pero mataron la fábrica de producirla.

Señora, Presidenta, ¿no sospechaba que esto podía suceder? A todos los que nos gustan las vacas nos obligaron a convertirnos en sojeros. Lo suyo es vergonzoso, la única forma de que baje la carne es aumentando la producción y, para ello, debe haber políticas ganaderas a 10 ó 15 años.

En la Argentina se perdieron 12.000.000 de cabezas y, aquí en La Carlota, desde el año 2006 al 2010, 42.755 cabezas equivalente al 41% del stock ganadero. Hoy en la actualidad ha 57 productores ganaderos menos, cientos de trabajo que ya no existen (puesteros, capataces, peones general, veterinarios, ingenieros, alumbradores, molineros, comerciantes ganaderos, etc.). Todo eso perdimos y el pueblo paga la carne más cara, gracias a la gestión y el modelo de Moreno y Cristina.

Hagamos un país en serio, nosotros nos comprometemos a poner el hombro “como siempre” y a aumentar la producción, pero queremos políticas claras y a largo plazo para que haya carne para todos y no para algunos”.

Asociación de Productores La Carlota.