Viven en la cabeza y hasta dos días fuera de ella. Cuanto antes se detectan, más fácil es erradicarlos.
Regresan las clases y, con ellas, la necesidad de prevenir y tratar a fondo la pediculosis. De acuerdo con un relevamiento del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas del Conicet, entre más de 1.800 chicos de entre 3 y 13 años de escuelas primarias públicas y privadas de Capital, 3 de cada 10 chicos tienen piojos, el porcentaje es mayor en las mujeres y hay picos a los 8 y a los 13 años.
Los pediculus capitis, vulgarmente llamados piojos, son pequeños parásitos de 6 patas y unos 2 a 4 milímetros de largo, que se instalan y reproducen en la cabeza, en especial en los niños. Allí ponen sus huevos y se alimentan de la sangre que irriga el cuero cabelludo.
Cada hembra puede depositar hasta 300 huevos en su vida, conocidos como liendres, aunque no todos sobreviven. Las liendres son blancas, de forma ovoidal, miden un milímetro y son pegadas al pelo con una especie de cemento; se las confunde fácilmente con la caspa. Los piojos no viven en los animales y el agua no los afecta.
El principal síntoma de la pediculosis es la picazón en la cabeza, en particular en la nuca y detrás de las orejas. Aunque el piojo no es transmisor de enfermedades, como consecuencia de la picazón la persona se rasca y puede infectarse.
El contagio sucede por contacto personal o por compartir elementos como toallas, gorras, peines, banditas elásticas para el pelo, bufandas o juguetes de peluche, ya que los piojos viven hasta dos días fuera de la cabeza. Por eso, y dado que el agua no los afecta, también pueden contagiarse en piletas de natación, ríos, mar, areneros. Al contrario de lo que se cree comúnmente, los piojos no saltan ni viven en los animales, por los tanto no los trasmiten las mascotas.
Es importante resaltar que la pediculosis no es un signo de suciedad, sino que puede contagiarse en familias de diferente condición económica, social y de higiene.
Actualmente los piojos han aumentado su resistencia a los productos que los matan. Según estudios del Conicet, hoy habría que aplicar una dosis de algunos pediculicidas cien veces mayor a la de hace una década para matar a los piojos.
¿Cómo prevenir el contagio de la pediculosis y tratarla?
• Revisar día por medio la cabeza de los niños en edad escolar, así como la de los demás miembros de la familia. El domingo es un buen día para hacerlo siempre, porque asegura ir sin piojos a la escuela.
• Después del lavado con champú, realizar el último enjuague con un chorrito de vinagre blanco diluido en agua, ya que el vinagre actúa ayuda a desprender las liendres.
• Luego peinar con peine fino -en lo posible, metálico- desde la raíz del pelo hasta a la punta y en diferentes direcciones.
• Si hay piojos, usar un producto pediculicida siguiendo las instrucciones al pie de la letra. No suspender el tratamiento antes de tiempo ni usarlo de modo preventivo.
• Lavar con agua caliente peines, sábanas, gorros, sombreros y bufandas para evitar el recontagio. Si no es posible, envolver los elementos en papel de diario y colocarlos en bolsas plásticas cerradas, dejándolos separados 5 días.
• Si la persona afectada con pediculosis tuviera alergia debe consultar al médico para saber qué producto puede utilizar sin problemas.
Los SI
• Mantener el pelo corto y/o recogido. Las dos colitas para las niñas ayudan a despejar el cuero cabelludo en la nuca y detrás de las orejas, principales zonas de contagio.
• Revisar la cabeza día por medio. Cuanto más precoz sea el diagnóstico, menor será la cantidad de piojos y liendres a eliminar.
• Usar peine fino, preferentemente de metal. Puede mojarse con vinagre para desprender mejor las liendres.
• Desinfectar el peine fino. Después de cada utilización sumergirlo diez minutos en agua hirviendo o una hora en alcohol.
• Usar siempre gorra en las piscinas.
• Poner una pequeña cantidad de repelente para piojos en la nuca de los niños antes de asistir a los lugares con mayor probabilidad de contagio.
• Tratarse adecuadamente no bien se detectan los piojos.
• Leer atentamente el prospecto del pediculicida. Algunos no pueden usarse en embarazadas y niños pequeños.
• Mantener la calma: ¡la batalla contra la pediculosis suele ser larga!
Los NO
• Compartir peines, hebillas, vinchas, colitas para el pelo, gorras.
• Utilizar venenos, aerosoles insecticidas, pipetas de uso veterinario, querosene, gasoil o alcohol, ya que la piel los absorbe y pueden intoxicar.
• Dejar las lociones y champúes pediculicidas en el borde de la bañera u otros sitios al alcance de los chicos.
• Aplicar productos pediculicidas «por las dudas».
• Rapar a los niños.