Desarrollo: A 87 días de la desaparición de Enrique Fabiani, se rastreará el celular de un supuesto sospechoso, mientras continúa a cargo de la investigación la Gendarmería Nacional.
El jubilado desapareció el 5 de junio, en Villaguay en la provincia de Entre Ríos, tras salir a cazar con sus amigos el día anterior, pero no regresó a su domicilio.
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, su hija, Melisa Fabiani comentó: “La Gendarmería estuvo del martes al sábado y después no trabajaron más. Supuestamente el lunes se rastrilló una zona, pero todo muy relajado. Nos quieren cambiar la carátula porque no hay pruebas suficientes para la desaparición forzosa o posible homicidio, pero hasta ellos mismos pierden la esperanza de encontrarlo en un rastrillaje”
Además añadió: “Ahora estamos en la etapa intermedia, en donde a Julio Lodi, a su mujer y a los cuatro vistos le secuestran los teléfonos, a pesar de que nos dijeron, en el primer mes cuando se empezó la investigación, que no les querían rastrillar los teléfonos. Pero ya nada me sorprende ya que el sistema que tienen en Entre Ríos es un programa muy pedorro”
Por otro lado, detalló: “El perito forense los citó hoy a las 9 de la mañana a estas seis personas para que presencien el momento en donde se les pone el software para descargar toda la información de las cosas borradas y de las no borradas. Después el viernes, sábado y domingo se hace una reconstrucción completa del caso”.
Melisa explicó que el viernes arrancarán con la reconstrucción con el vidente y la policía, en la cual ella está en disconformidad con la irrupción del mismo que fue incorporado por los agentes, ya que el adivino le había indicado a su sobrino en un mapa, un punto que quedaba como a 20 kilómetros de Alcaraz, pero al llegar al lugar Enrique no estaba. Por esa razón, nunca más le hablaron a este hombre.
En tanto también comentó que “el 29 de junio la policía llevó al vidente y no le marcó el punto que le marcó a su sobrino, sino que les marcó otro como a 10 kilómetros, mucho más cerca de Villaguay, en donde allí se encontró el cartucho”.
La hija del desaparecido explayó: “El cartucho para mí está plantado, aparte no hay un indicio, y se hicieron cuatro rastrillajes en La Palma, que es donde se encontró el cartucho, y no hay un indicio de lo que pudo haber pasado”.
Asimismo, sobre estos últimos rastrillajes dijo que se recolectaron objetos que están en pericias, pero que no les dieron mayores precisiones. Melisa apuntó: “Yo ya me enojé tantas veces, porque yo digo que es una pelota caliente, una pelota de fuego, y se la van tirando uno con otro ¿sabés dónde me tiraron las esperanzas?”
Ante la pregunta de por qué cree que su papá desapareció, Melisa respondió: “Para mí no tiene explicación, me lo pregunto todos los días, no había motivo alguno para que a mi papá le pasara algo”
“Él no fue a un lugar peligroso, no fue a un lugar donde suele suceder estas cosas y no era una persona que hubiera tenido algún ajuste de cuentas, ni un problema”, añadió Fabiani
Por último, concluyó: “Para mí, si pasó algo y cometieron el error de ocultarlo, lo peor es que nosotros hubiéramos sabido entender un accidente, o vamos a suponer si alguien lo vio en el camino, se asustó o lo atropelló, o si algún cazador le disparó, estaba justificado. Lo que no está justificado es habernos hecho pasar por todo este dolor de no saber lo que pasó o de no encontrarlo hasta el día de hoy. Yo sostengo que si pasó algo malo con mi papá fue netamente un accidente”
El jubilado desapareció el 5 de junio, en Villaguay en la provincia de Entre Ríos, tras salir a cazar con sus amigos el día anterior, pero no regresó a su domicilio.
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, su hija, Melisa Fabiani comentó: “La Gendarmería estuvo del martes al sábado y después no trabajaron más. Supuestamente el lunes se rastrilló una zona, pero todo muy relajado. Nos quieren cambiar la carátula porque no hay pruebas suficientes para la desaparición forzosa o posible homicidio, pero hasta ellos mismos pierden la esperanza de encontrarlo en un rastrillaje”
Además añadió: “Ahora estamos en la etapa intermedia, en donde a Julio Lodi, a su mujer y a los cuatro vistos le secuestran los teléfonos, a pesar de que nos dijeron, en el primer mes cuando se empezó la investigación, que no les querían rastrillar los teléfonos. Pero ya nada me sorprende ya que el sistema que tienen en Entre Ríos es un programa muy pedorro”
Por otro lado, detalló: “El perito forense los citó hoy a las 9 de la mañana a estas seis personas para que presencien el momento en donde se les pone el software para descargar toda la información de las cosas borradas y de las no borradas. Después el viernes, sábado y domingo se hace una reconstrucción completa del caso”.
Melisa explicó que el viernes arrancarán con la reconstrucción con el vidente y la policía, en la cual ella está en disconformidad con la irrupción del mismo que fue incorporado por los agentes, ya que el adivino le había indicado a su sobrino en un mapa, un punto que quedaba como a 20 kilómetros de Alcaraz, pero al llegar al lugar Enrique no estaba. Por esa razón, nunca más le hablaron a este hombre.
En tanto también comentó que “el 29 de junio la policía llevó al vidente y no le marcó el punto que le marcó a su sobrino, sino que les marcó otro como a 10 kilómetros, mucho más cerca de Villaguay, en donde allí se encontró el cartucho”.
La hija del desaparecido explayó: “El cartucho para mí está plantado, aparte no hay un indicio, y se hicieron cuatro rastrillajes en La Palma, que es donde se encontró el cartucho, y no hay un indicio de lo que pudo haber pasado”.
Asimismo, sobre estos últimos rastrillajes dijo que se recolectaron objetos que están en pericias, pero que no les dieron mayores precisiones. Melisa apuntó: “Yo ya me enojé tantas veces, porque yo digo que es una pelota caliente, una pelota de fuego, y se la van tirando uno con otro ¿sabés dónde me tiraron las esperanzas?”
Ante la pregunta de por qué cree que su papá desapareció, Melisa respondió: “Para mí no tiene explicación, me lo pregunto todos los días, no había motivo alguno para que a mi papá le pasara algo”
“Él no fue a un lugar peligroso, no fue a un lugar donde suele suceder estas cosas y no era una persona que hubiera tenido algún ajuste de cuentas, ni un problema”, añadió Fabiani
Por último, concluyó: “Para mí, si pasó algo y cometieron el error de ocultarlo, lo peor es que nosotros hubiéramos sabido entender un accidente, o vamos a suponer si alguien lo vio en el camino, se asustó o lo atropelló, o si algún cazador le disparó, estaba justificado. Lo que no está justificado es habernos hecho pasar por todo este dolor de no saber lo que pasó o de no encontrarlo hasta el día de hoy. Yo sostengo que si pasó algo malo con mi papá fue netamente un accidente”
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