QUE LINDO MI PAIS, PAISANO – fiesta de la Tradición en La Carlota

 Historia, Filosofia, Reglamento del Desfile y Jineteada de la Fiesta de la Tradición en La Carlota.

Desde sus inicios la fiesta fue impulsada por un grupo llamado «Amigos de la Tradición» que contó con la colaboración de diversas entidades. En 1964 tuvo participación el Centro de Ex-Alumnas del Instituto Nuestra Madre de la Merced. Posteriormente, también intervinieron los clubes Jorge Ross y Central Argentino, el Hospital San Antonio, el Aeroclub, el Instituto Secundario La Carlota, la Sociedad de Bomberos Voluntarios y en varias oportunidades el Club de Leones. El grupo primigenio se mantuvo hasta 1989, año en que se produjo una renovación en el concepto de la Fiesta. Desde ese momento los Amigos de la Tradición, con un criterio un poco más flexible, estuvieron dispuestos a incorporar modificaciones propias de la realidad de los tiempos actuales. Sin perder de vista la esencia original, la organización obtuvo personería jurídica y comenzó a trabajar para obtener patrimonio que básicamente consiste en mejoras de las instalaciones del Campo de Destrezas. Surgió, del mismo modo, la posibilidad de comercializar espacios de la fiesta y se evaluó la contratación de artistas de gran popularidad priorizando, siempre, el carácter popular y local de la celebración.

La Asociación Civil Amigos de la Tradición tiene por objeto principal la revalidación de nuestros valores tradicionales, como asimismo la realización y difusión de los actos que reflejen las tareas y destrezas criollas, promoviendo su conocimiento popular y comprendiendo:

* La investigación de la cultura tradicional argentina, relacionada con la historia, lingüística, etnografía, literatura y costumbres.

* La difusión de las manifestaciones tradicionales argentinas a través de exhibiciones, lecturas y comentarios.

* La investigación del saber popular, transferida generacionalmente por la danza, el folklore, el dibujo, la escultura y la música autóctona.

La Fiesta Filosofía: Desde sus inicios la fiesta fue impulsada por un grupo llamado «Amigos de la Tradición» que contó con la colaboración de diversas entidades. “Los Amigos de la Tradición” nunca quisieron manejar dinero, por éso siempre destinaban solidariamente lo recaudado a distintas instituciones. En ese sentido, muchos recuerdan que el “Hogar Mi Casita” fue construido, en gran parte, con lo recaudado en la Fiesta. Los pioneros organizadores tenían una concepción de lo tradicional bastante fuerte. Por ejemplo, ellos nunca contrataron números artísticos con figuras de gran renombre porque consideraban que se trataba de una fiesta que tenía como protagonista al hombre del campo y del pueblo, y entendí­an que en este festejo debían ser participantes y no espectadores. Todo lo que se hacía era muy amateur y estaba imbuido de un espíritu puramente nativo. El grupo primigenio se mantuvo hasta 1989, año en que se produjo una renovación que trajo aires nuevos. Desde ese momento, los “Amigos de la Tradición”, con un criterio un poco más flexible, estuvieron dispuestos a incorporar modificaciones propias de la realidad de los tiempos actuales. Sin perder de vista la esencia original, la organización obtuvo personería jurídica y comenzó a trabajar para obtener patrimonio que básicamente consiste en mejoras de las instalaciones del Campo de Destrezas. Surgió, del mismo modo, la posibilidad de comercializar espacios de la fiesta y se evaluó la contratación de artistas de gran popularidad. Paulatinamente, el contexto socioeconómico se trasladó a la Fiesta. Si bien los festejos crecieron en concurrencia, fundamentalmente con la visita de delegaciones de varios lugares del país, poco a poco algunas costumbres y tradiciones se debilitaron. Este es el caso de las numerosas tropillas que participaban en los primeros años, época en la cual el ámbito rural era diferente. La vida allí transcurría con gran protagonismo de todo lo vinculado a la hacienda. Hoy, la explotación ha dado paso a una mayor producción agrícola. Por consiguiente, la merma en el número de animales en las estancias determinó que disminuyeran también muchas de las habituales destrezas que ahora han comenzado a ser una curiosidad.

El desfile Reglamento:

* Las delegaciones se concentran frente a la Réplica del Fuerte Punta del Sauce, en horario a determinar por la Comisión Directiva.

* El desfile comienza frente a la Réplica del Fuerte y recorre la calle Hilarión Abaca, la avenida Hipólito Irigoyen, la avenida San Martín hasta calle Sarmiento, para continuar por ésta hasta el Campo de Jineteada.

* La Banda Municipal de Música de La Carlota, con sus sones marciales, inicia el desfile.

* La delegación de La Carlota desfila en primer lugar, marcando el camino a las restantes delegaciones.

* Las delegaciones visitantes forman fila según orden de llegada.

* El delegado de cada agrupación debe dirigirse a un planillero, quien otorga un número de salida que determina su ubicación en el desfile.

* Las delegaciones visitantes no pueden portar el pabellón nacional.

* La Bandera Argentina es llevada exclusivamente por la delegación local.

* Cada agrupación visitante puede exhibir un estandarte distintivo de la delegación.

* La Comisión Directiva determina, el mismo dí­a del desfile, un abanderado y dos escoltas que encabezan la delegación de La Carlota.

* El abanderado y sus dos escoltas son seleccionados según antigüedad, vestimenta y/o conducta.

* Las amazonas de la delegación local tienen preeminencia en el orden de los participantes que desfilan.

* La delegación local ubica después de las amazonas, a los emprendados de lujo, y a continuación los emprendados de soga.

* Los carros y carruajes tienen su ubicación en el desfile detrás de los emprendados de las delegaciones visitantes.

* En último lugar se ordenan las tropillas entabladas.

 La jineteada: Por primera vez se hizo jineteada en 1967, con potros rejuntados entre las estancias y chacras de la zona que generosamente ofrecían sus animales en pos del éxito de esa fiesta que tanto los identificaba. Se recuerda memorables potros que, por la nobleza de sus corcovos y espíritus indómitos, se ganaron el respeto y la prudencia de sus montadores. Así, entre otros, pueden mencionarse «El Chimango” y el “Picagueso”, caballos que con su principal protagonismo contribuyeron a afianzar el éxito de la fiesta