Manuel Rocha, quien fungió como embajador de Estados Unidos en Argentina entre 1997 y 2000, ha sido arrestado en Miami por el FBI bajo acusaciones de espionaje a favor del gobierno cubano. La detención, realizada este viernes, se dio a conocer el domingo, revelando una compleja trama de contrainteligencia que involucra al exdiplomático.
Rocha, de 73 años, comparecerá ante el tribunal este lunes para enfrentar las denuncias presentadas en su contra. Según fuentes cercanas a la investigación de la AP, el FBI alega que Rocha operaba como agente secreto para el gobierno cubano, promoviendo sus intereses en territorio estadounidense.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos se ha mantenido hermético respecto al caso, y aún no se ha confirmado si Rocha cuenta con representación legal. La ley federal exige el registro de personas que actúan en favor de gobiernos extranjeros en suelo estadounidense, una normativa que el exembajador habría infringido, según la acusación.
Con una carrera diplomática de 25 años, Rocha desplegó sus funciones en diversos destinos latinoamericanos, incluyendo Cuba, Honduras y República Dominicana. La noticia ha generado conmoción dada la experiencia del exembajador en la región durante la Guerra Fría.
Tras su retiro, Rocha continuó su trayectoria en el ámbito privado, ocupando roles ejecutivos en empresas de distintos sectores. La detención del exdiplomático plantea interrogantes sobre su pasado y las posibles implicaciones de sus acciones en la arena internacional.
Este escándalo revive polémicas pasadas, como el enfrentamiento con Evo Morales durante su mandato en Bolivia. Rocha, en aquel entonces embajador, advirtió sobre Morales días antes de las elecciones de 2002, marcando un capítulo tenso en la relación bilateral.