Una señal inquietante surgió en medio de la crisis económica que se agravó por efectos de la pandemia y ahoga a muchos municipios: el intendente de Zárate promueve la creación de una estampilla que tendría un valor de $100 y puso en alerta a la oposición, cuyos representantes denunciaron podría funcionar como una cuasimoneda.
La idea de Osvaldo Cáffaro se denomina en realidad “Huella Solidaria” y se apoya en un decreto publicado en el Boletín Municipal el 8 de abril pasado, cuando a través de una ordenanza se habilitó la posibilidad de aceptar “bienes y servicios” como pago de “tributos vencidos o por vencer”.
Atento al revuelo que provocó el proyecto, el jefe comunal salió a aclarar que “no es una cuasimoneda porque no tendrá circulación”, ya que solo serviría para que un grupo de comerciantes que debe tasas municipales pueda cancelar las deudas por alimentos.
Eran casos incobrables en cierta manera, por un monto que ronda los 7 millones de pesos, y no tenemos hoy la posibilidad de iniciar de iniciar ninguna acción legal”, explicó el intendente peronista.
La estampilla serviría, en principio, para comprar mercadería en unos 40 comercios del rubro de la alimentación (almacenes y panaderías entre ellos), que están incluidos entre los deudores del municipio.
“En vez de decirle a alguien, ‘anda a comprar a tal lugar’, le decimos, ‘tenés un cupo de tanto dinero para ir a determinado comercio, con esta lista de precios’. No se puede ir a cualquier lugar”, explicó Caffaro para que se entienda cómo funcionaría el sistema.
Sin embargo, desde la oposición surgieron voces que alertaron sobre la posibilidad de que esto se desvirtúe, empiece a ser canjeado fuera del circuito establecido y se convierta en un primer paso para que vuelvan las cuasimonedas en otros distritos.
“‘La estampilla’ es ilegal lisa y llanamente”, sentenciaron desde el bloque de concejales de Juntos por el Cambio de Zárate. “Los medios tuvieron que presionar para que el Intendente Cáffaro blanquee que mandó a imprimir estampillas por 7 millones, de valor nominal de $100 cada una para que los vecinos compren en los mercados que están siendo “apretados” por el municipio”, denunciaron.
Obviamente, el carnicero con esa ‘estampilla’ no puede reponer carne, ni el panadero puede ir al mayorista de harina, pero el Municipio de Zárate lo quiere imponer por la fuerza”.
A mediados de abril, la creación de herramientas alternativas como una opción para afrontar una crisis creciente, pero el presidente Alberto Fernández lo descartó de forma contundente: “Las cuasimonedas están desterradas en Argentina, fueron una emergencia que tuvo que ver con la crisis de la convertibilidad. Nosotros ahora tenemos que ser cuidadosos”, indicó en ese momento el Jefe de Estado
Revuelo en el distrito
El intendente Cáffaro ya había sido noticia durante la cuarentena: hace un mes, Sergio Berni se presentó en la puerta del centro de monitoreo municipal, se quejó porque no le permitían ingresar a ver las cámaras por un caso de inseguridad y lanzó duras acusaciones contra el jefe comunal.
En un video casero que se viralizó, el ministro de Seguridad bonaerense disparó: “Hace más de 15 minutos que esperamos para entrar. Evidentemente en Zárate, si no es un negocio inmobiliario, que es lo único que le interesa al intendente, la salud, la educación y la seguridad es lo que menos le interesa. Por eso estamos como estamos”.
Un día después, Cáffaro acusó al funcionario de Kicillof de ser irresponsable y de montar un show para las cámaras de televisión: “Hay toda una serie de casualidades que no son tan casuales. Hay una serie de tiempos, de videos, de cosas que se dan que parecen más de una película de Rambo que de la acción que debe tener un ministro”.
“Un Municipio es un Municipio y una comisaría es una comisaría. Acá no puede presentarse pateando puertas. El grado de irresponsabilidad es muy grande. Lo que sucedió fue una pieza de teleteatro armado”, concluyó