Seguridad: interpelación…sin respuestas

En el contexto de los hechos de inseguridad que sacudieron a nuestra ciudad y las asambleas ciudadanas que le sucedieron, los Concejales del Bloque Cambiemos emitieron un documento planteando que la interpelación ciudadana a las autoridades no ha tenido su debida respuesta y la sensación de desamparo continúa indignando a los vecinos. Para ello propone el trabajo planificado y mancomunado de las tres instancias del poder local Municipio, Policía y Justicia. A continuación el documento titulado Seguridad: interpelación…sin respuestas

La reunión sobre seguridad realizada el pasado miércoles 28 de Diciembre, puso de manifiesto algunas cuestiones importantes.

Quedó claro que los vecinos, muchos de ellos víctimas de delitos, han tomado la decisión de hacerse escuchar por quienes deben cuidarnos, a la vez que han tenido la valentía de cuestionar la ineficiencia en los procedimientos.

Tanto la policía, como la fiscalía y el intendente, no estuvieron a la altura de las circunstancias a la hora de dar las respuestas que la nutrida concurrencia de vecinos había venido a buscar. Con angustia y preocupación relataron la experiencia de haber sido violentados y robados. Las autoridades balbucearon respuestas que no conformaron, dejando a todos la sensación de que no se estaba tomando en serio un tema tan delicado y prioritario.  La incomunicación entre las autoridades, la falta de agilidad para dar respuesta ante la denuncia, la lentitud en la investigación o en el allanamiento, la falta de una devolución respecto de lo actuado para llevar tranquilidad a la víctima a fin de que pueda recuperar lo que le ha disido sustraído, fueron algunos de los cuestionamientos más escuchados. Se percibió una sensación de desamparo que profundizó la indignación de los vecinos.

Para que La Carlota recupere la tranquilidad perdida,  debe contar con la acción planificada y mancomunada de las tres instancias: municipal, policial y judicial. Sin desconocer su importancia, el énfasis que inicialmente se puso en la participación de los ciudadanos, hizo pensar que se liberaba a las autoridades de las propias responsabilidades. Por esta razón, la incomodidad de los vecinos comenzó a hacerse notar hasta que, con mucho respeto, se produjo la primera interrupción que fue sucedida por otras intervenciones.

Es imprescindible que se analicen los motivos que generan inseguridad. En el caso de la Policía, es responsabilidad del estado provincial, dotar a sus agentes de la formación que exige la función; además, hacer una autocrítica al interior de la fuerza y dotar de recursos a los que asumen esta tarea con vocación.

 La instancia judicial tendrá revisar las penas con que se sanciona el delito, muchas veces tan leves que permiten al delincuente volver a las calles en poco tiempo.  Pero además, los fiscales deben estar de servicio las veinticuatro horas. Es inconcebible que a un vecino se le haya respondido que un allanamiento no puede hacerse de noche.

 En cuanto a la autoridad municipal, el mayor aporte que puede hacer es el de velar para que en la ciudad no se viva un clima de “todo vale”. Preservar la convivencia ciudadana, es su responsabilidad, para lo cual debe hacer cumplir las ordenanzas vigentes, que obviamente el intendente no puede desconocer. Si la autoridad municipal de aplicación no se ocupa de hacerlas cumplir, se crea un clima de impunidad que termina convirtiéndose en un velado permiso para delinquir.  Le cabe también la responsabilidad de hacer un diagnóstico de la realidad a fin de implementar programas que tiendan a resolver los problemas, en vez de ocultarlos. Para ello, es importante contar con  datos acerca de la situación de los vecinos, quienes viven en la ciudad en forma permanente, quienes transitoriamente, quiénes tienen trabajo, quiénes vivienda propia, cuál es su nivel de educación, cuántos son los jóvenes “ni-ni” (los que ni estudian, ni trabajan), qué pasa con las adicciones, etc., son algunas de las cuestiones que deberían ser prioridad en la agenda del gobierno.

 Por estas razones la ciudadanía necesita que los responsables de la seguridad, elaboren cooperativamente un plan de prevención y combate del delito; se  propongan acciones consensuadas y ejecutables en el corto y mediano plazo y se rindan cuentas de los resultados. El bloque de Concejales que pertenece a nuestro espacio manifestó en su momento y reitera ahora su voluntad explicita de trabajar en conjunto para construir un programa que se ajuste a las necesidades de nuestra ciudad.

Las autoridades son servidores públicos que viven de los impuestos que paga el ciudadano. Es esperable que vuelvan en servicios. La sociedad las ha interpelado; agotó su paciencia y ha asumido el compromiso de reclamar por el derecho a vivir sin miedo. Pero para que este reclamo sea satisfecho, no basta con pedir a los vecinos que se cuiden entre ellos o que pongan alarmas comunitarias. Para que se recupere la tranquilidad que se pierde cada día, La Carlota necesita instituciones fuertes, que sean  capaces de reestablecer  credibilidad y prestigio  a la policía,  a la justicia y al poder político.

CAMBIEMOS LA CARLOTA

10 DE ENERO DE 2017