LAS MENTIRAS PERVERSAS EN TIEMPO DE CAMPAÑA POLÍTICA

 «El sentimiento de que la democracia no es todavía la forma correcta de la libertad es bastante general y se va difundiendo cada vez más. No se puede hacer caso omiso de la crítica marxista contra la democracia: ¿hasta qué punto son libres las elecciones? ¿Hasta qué punto la libertad está manipulada por la propaganda, es decir, por el capital, por unos cuantos que se hacen dueños de los medios de comunicación? ¿No existe la nueva oligarquía de quienes determinan lo que es moderno y progresista, lo que una persona ilustrada debe pensar?… ¿Quién va a seguir creyendo que el bien común constituye el factor que propiamente determina esa voluntad (de los grupos de representación democrática? ¿Quien podrá dudar del poder de los intereses, cuyas manos sucias se manifiestan cada vez más frecuentemente?… La voluntad de imponerse los unos a los otros bloquea la libertad del conjunto… Precisamente en vista de las limitaciones de la democracia se hace más clamoroso el grito que reclama una libertad total».

Cuando leemos este párrafo seguramente pensamos que su autor puede ser Chávez, Evo Morales, o Castro, no es así­, el autor de este párrafo es el mismo cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI. Si analizamos el párrafo vemos que no es una defensa al marxismo, sino un grito, un llamado de atención a todos los que vivimos en “democracia”.

En estos tiempos de elecciones vemos que reaparecen los debilitadores de este sistema de gobierno. Aquellos que no tienen pudor alguno en mentir, para sumar votos, a hacer tremendas promesas que saben que jamás cumplirán. Con su verborragia marean, y siempre tienen una respuesta a toda pregunta que se contraponga a sus intereses, por supuesto que esas respuestas la mayoría de las veces son falaces, es decir parecen verdad pero no lo son.

Sostengo que estos polí­ticos nefastos con sus mentiras no tienen idea de la Verdadera Justicia, sólo conocen la impuesta por ellos, porque no se ignora que ellos designan a sus magistrados, y manipulan también a la “justicia”, a gusto y placer.

El hecho de subestimar al pueblo es moneda corriente. Su corrupción se vuelve rutinaria.  Los “gastos de representación” se convierten en excusas perfectas para viajar ellos, sus familias o la comitiva de amigotes. Ellos son los señores feudales expropian terrenos, y los ponen a nombre de un familiar o algún testaferro de turno.

Cuanto vicio, “y de aquí todos los vicios”. La mayoría de nuestros “polí­ticos” están enfermos de adicción. La adicción al poder y a la ruleta, son siempre los mismos, no dan lugar a nueva sangre. Se mueven como la “vuelta al mundo” arriba a veces otras abajo pero siempre allí. No  quieren dar un paso al costado .El poder da muchas  ventajas que no las tenemos los ciudadanos comunes.

Si la democracia es la patria de lo humano habrá que concluir entonces con aquel aviso de los antiguos romanos: «la patria está en peligro». Entonces, el senado romano lanzaba aquel grito famoso: «vigilen los cónsules para que no se estropee la república».

Estemos atentos, denunciemos la mentira, no las avalemos callando, hagamos polí­tica, la otra, no la que tenemos,

esa que construye, que educa, que sana, que persigue el bien de todos.

Por Carmela para la FM Estrella