El domingo 22 entre las 8.30 y 9.30 horas, el móvil policial se dirigió a un campo, sobre la ex ruta 8. Se trataba del campo donde funciona la fábrica lactea del señor Federico Stéfani.
Cuatro individuos, con cara descubierta, llegaron al campo y, haciéndose pasar por policías que investigaban un supuesto robo en un campo vecino, ingresaron al lugar como «policías». Preguntaron cuántas personas se encontraban en el campo, reunieron a todos los empleados y al matrimonio Stéfani con la excusa de «hacerles algunas preguntas» para indagar en el falso robo. Lejos de hacerles preguntas pertinentes, reunieron a todos los que allí se econtraban, los amenazaron con armas armas de fuego (2 escopetas y 2 revólveres) y ataron al matrimonio Stéfani y a los siete empelados que allí trabajaban. Los ataron con cintas y precintos plásticos. Se llevaron $12.000.
A los pocos minutos, uno de los empleados forzó de tal manera que logró desprenderse de las ligaduras. A los delincuentes se les pasó por alto el detalle de que este empelado conservaba su celular, por lo que, aproximadamente a las 9.30 horas llamó, de manera urgente, a la policía.
Aparentemente, un auto Chevrollet Corsa color oscuro, estarían conduciendo estos delincuentes.
La Policía sigue investigando…