Desarrollo: Alberto Fernández evalúa por estas horas reclamar el apartamiento del fiscal federal Ramiro González quien tiene a su cargo la investigación en la causa donde está imputado por violencia de género y hostigamiento.
Al exmandatario le genera suspicacia los últimos movimientos del expediente relacionados a diversos planteos formulados por Mariana Gallego quien representa a la ex primera dama Fabiola Yañez sobre los testigos propuestos por la abogada Silvina Carreira.
Para la defensa, “la víctima busca colocarle un bozal a las empleadas y a las personas que compartieron la intimidad de la vida en Olivos”. En ese contexto, cuestionan el criterio de la fiscalía invocando un supuesto “tratamiento diferencial” de los testigos y ponen como ejemplo el manejo que hubo cuando la ex secretaria presidencial María Cantero y el antiguo intendente de la quinta de Olivos, Daniel Rodríguez fueron a declarar a Comodoro Py.
A los abogados de Alberto también le resulta llamativa la suspensión de la declaración de dos de sus testigos propuestos pasados cuarenta días de haber recibido los pedidos de las citaciones de dichas personas, por otro lado y según pudo conocer PERFIL de fuentes de la causa, las actas de las testigos notariadas por escribanía, datan de antes que se impulsara la acción penal e imputaran a Alberto Fernández.El nuevo conflicto vino de la mano del acuerdo de confidencialidad que, para la querella hay dudas pues la defensa sostiene que sus testigos fueron relevadas por parte del expresidente previo a la declaración notarial. En el caso de Cintia Tonietti, exama de llaves y primera testigo de Alberto en declarar no fue relevada de la confidencialidad por la exprimera dama. Preguntada por el fiscal si fue relevada del secreto por Fabiola Yañez dijo que no, por no comprender de temas legales, pero aun así lo había consultado con Natalia Quintana, responsable del personal de la residencia presidencial de Olivos. Para Mariana Gallego, Quintana no estaba habilitada para ello y Tonietti no pidió la dispensa de Fabiola.
Fue el escribano Lisandro Barga quien tras la suspensión de los testimonios de las niñeras de Francisco, hijo de Alberto y Fabiola, enfatizó que “nadie” le dijo nada ni le avisó “de la existencia de convenios de confidencialidad”.
La guerra de los falsos testimonios. Para la querella de Fabiola, Cintia Tonietti incurrió en el delito de falso testimonio cuando dijo que no había advertido moretones en el rostro o cuerpo de la exprimera dama aun cuando la había visto en ropa interior y ayudado a vestirse “pese a haber coexistido en el lugar con los dos médicos presidenciales Alem y Saavedra quienes afirmaron lo contrario”. Esta novedad surge pocos días después que Alberto denunció por falso testimonio a la cosmetóloga María Florencia Aguirre, primera testigo de la querella quien manifestó haber estado el 29 junio de 2021 en la Quinta Presidencial para hacerle una limpieza de cutis y un masaje a Fabiola.
Al exmandatario le genera suspicacia los últimos movimientos del expediente relacionados a diversos planteos formulados por Mariana Gallego quien representa a la ex primera dama Fabiola Yañez sobre los testigos propuestos por la abogada Silvina Carreira.
Para la defensa, “la víctima busca colocarle un bozal a las empleadas y a las personas que compartieron la intimidad de la vida en Olivos”. En ese contexto, cuestionan el criterio de la fiscalía invocando un supuesto “tratamiento diferencial” de los testigos y ponen como ejemplo el manejo que hubo cuando la ex secretaria presidencial María Cantero y el antiguo intendente de la quinta de Olivos, Daniel Rodríguez fueron a declarar a Comodoro Py.
A los abogados de Alberto también le resulta llamativa la suspensión de la declaración de dos de sus testigos propuestos pasados cuarenta días de haber recibido los pedidos de las citaciones de dichas personas, por otro lado y según pudo conocer PERFIL de fuentes de la causa, las actas de las testigos notariadas por escribanía, datan de antes que se impulsara la acción penal e imputaran a Alberto Fernández.El nuevo conflicto vino de la mano del acuerdo de confidencialidad que, para la querella hay dudas pues la defensa sostiene que sus testigos fueron relevadas por parte del expresidente previo a la declaración notarial. En el caso de Cintia Tonietti, exama de llaves y primera testigo de Alberto en declarar no fue relevada de la confidencialidad por la exprimera dama. Preguntada por el fiscal si fue relevada del secreto por Fabiola Yañez dijo que no, por no comprender de temas legales, pero aun así lo había consultado con Natalia Quintana, responsable del personal de la residencia presidencial de Olivos. Para Mariana Gallego, Quintana no estaba habilitada para ello y Tonietti no pidió la dispensa de Fabiola.
Fue el escribano Lisandro Barga quien tras la suspensión de los testimonios de las niñeras de Francisco, hijo de Alberto y Fabiola, enfatizó que “nadie” le dijo nada ni le avisó “de la existencia de convenios de confidencialidad”.
La guerra de los falsos testimonios. Para la querella de Fabiola, Cintia Tonietti incurrió en el delito de falso testimonio cuando dijo que no había advertido moretones en el rostro o cuerpo de la exprimera dama aun cuando la había visto en ropa interior y ayudado a vestirse “pese a haber coexistido en el lugar con los dos médicos presidenciales Alem y Saavedra quienes afirmaron lo contrario”. Esta novedad surge pocos días después que Alberto denunció por falso testimonio a la cosmetóloga María Florencia Aguirre, primera testigo de la querella quien manifestó haber estado el 29 junio de 2021 en la Quinta Presidencial para hacerle una limpieza de cutis y un masaje a Fabiola.
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