Desarrollo: «Así se desenreda el gran fraude. Cuando Keir Starmer se presentó a las elecciones, teníamos la vaga impresión de que era un tipo aburrido pero honesto. Quizá fuera un poco abogado y quisquilloso, pero iba a gobernar este país con una hostilidad puritana hacia la corrupción. Mírenlo hoy, tan hundido en el pozo que es casi invisible», cuestionó.
En el libro, Johnson, de 60 años, describe su ascenso en la política hasta ser alcalde de Londres, antes de encabezar la campaña Leave (Salir) durante el referéndum del Brexit de 2016 y convertirse en primer ministro conservador en 2019. Johnson cayó en desgracia entre sus colegas menos de tres años después, en 2022, tras una serie de escándalos, en particular sus fiestas en la residencia del primer ministro, en Downing Street, en plena pandemia del Covid.
Sin embargo, uno de los puntos que más llamó la atención fue cuando mencionó que «por primera vez en décadas, me siento genuinamente preocupado por Gran Bretaña en el extranjero, desde Gibraltar hasta las Islas Malvinas».
«Esto es lo que ocurre cuando uno no está gobernado por ideólogos de izquierda, gente que secreta o abiertamente odia conceptos tan vitales como la hegemonía estadounidense, los ‘valores occidentales’, la OTAN, una disuasión nuclear británica independiente o el derecho de Israel a defenderse», agregó.
«Me temo que están siendo instigados por algunos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores que piensan –de forma demente– que mutilándonos públicamente podemos ganar la aprobación del resto del mundo. Creen que entregando nuestras antiguas posesiones podemos suavizar los resentimientos postimperiales y ganar ‘influencia’”, manifestó.
Y señaló: «debo decirles que esta gente está loca. No ganamos influencia mostrando tanta debilidad, nos ganamos el desprecio».
«¿Qué piensan en Pekín cuando ven que Starmer entrega inútilmente las islas Chagos? Se parten de risa. ¿Harían ellos lo mismo? No, no. Están adquiriendo nuevas bases en todo el mundo, no entregando a la ligera sus legítimas posesiones», concluyó.
JD / Gi
En el libro, Johnson, de 60 años, describe su ascenso en la política hasta ser alcalde de Londres, antes de encabezar la campaña Leave (Salir) durante el referéndum del Brexit de 2016 y convertirse en primer ministro conservador en 2019. Johnson cayó en desgracia entre sus colegas menos de tres años después, en 2022, tras una serie de escándalos, en particular sus fiestas en la residencia del primer ministro, en Downing Street, en plena pandemia del Covid.
Sin embargo, uno de los puntos que más llamó la atención fue cuando mencionó que «por primera vez en décadas, me siento genuinamente preocupado por Gran Bretaña en el extranjero, desde Gibraltar hasta las Islas Malvinas».
«Esto es lo que ocurre cuando uno no está gobernado por ideólogos de izquierda, gente que secreta o abiertamente odia conceptos tan vitales como la hegemonía estadounidense, los ‘valores occidentales’, la OTAN, una disuasión nuclear británica independiente o el derecho de Israel a defenderse», agregó.
«Me temo que están siendo instigados por algunos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores que piensan –de forma demente– que mutilándonos públicamente podemos ganar la aprobación del resto del mundo. Creen que entregando nuestras antiguas posesiones podemos suavizar los resentimientos postimperiales y ganar ‘influencia’”, manifestó.
Y señaló: «debo decirles que esta gente está loca. No ganamos influencia mostrando tanta debilidad, nos ganamos el desprecio».
«¿Qué piensan en Pekín cuando ven que Starmer entrega inútilmente las islas Chagos? Se parten de risa. ¿Harían ellos lo mismo? No, no. Están adquiriendo nuevas bases en todo el mundo, no entregando a la ligera sus legítimas posesiones», concluyó.
JD / Gi
—
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de AVG.
www.avg.com