El australiano reclamó que cada vez hay «más impunidad, más secretismo, más represalias por decir la verdad y más autocensura» y manifestó: «El periodismo no es un crimen, es el pilar de una sociedad libre e informada».
El periodista estadounidense fue arrestado por la policía británica en abril de 2019, tras siete años confinado en la embajada de Ecuador en Londres, y en la cárcel permaneció a la espera de una extradición por violación de secretos de estado de la ley de espionaje americana.
Entre los documentos divulgados se revelaban abusos a los Derechos Humanos en la guerra de Irak y Afganistán. En este contexto, la Asamblea Parlamentaria, debatirá este miércoles un informe, elaborado por la parlamentaria islandesa Thorhildur Sunna Aevarsdottir, que considera «desproporcionadas las acciones judiciales y condenas» contra el comunicador, calificado como «preso político».
AS/ff
—
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de AVG.
www.avg.com