Desarrollo: En Argentina está eternamente dividida la posición respecto de cómo preparar el mate, ¿Dulce o amargo? Lo cierto es que no es la única forma de tomarlo e increíblemente hay quienes lo preparan sin su materia prima ni el endulzante por excelencia. Hablamos de la Yerba Mate y el Azúcar.
El mate es social. No es solo una infusión; es compañía, es amistad, familia, representa los valores y tradiciones nacionales. Se toma a toda hora, en todo lugar, es como las mascotas, parte de la familia. Su popularidad no tiene límites. Lionel Messi es matero por definición, podría decirse, ya que, junto a sus tatuajes y la pelota “forma parte de su cuerpo”. Actualmente con miles de argentinos por el mundo, el mate es consumido en diferentes países del globo.
El nombre científico de la yerba mate, cuyo origen se remonta a las comunidades guaraníes es Ilex Paraguariensis; proviene de un árbol nativo de la Selva y en su entorno puede superar los 12 metros de altura llegando hasta los 16.
En Argentina, se prepara con sus hojas, que se extraen de las plantas que dos veces al año son podadas a 2 metros de altura para hacer más fácil la cosecha. Está presente en la gran mayoría de los hogares del país donde, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate cada argentino consume a razón de 6,4 kg cada año.
La preferencia por el mate dulce o amargo varía mucho según la región y las costumbres de cada familia en Argentina, pero en términos generales, el mate amargo es el más tradicional y el más querido en la mayor parte del país.
Además del clásico mate amargo y el mate dulce, en Argentina existen muchas formas y variantes para disfrutar de esta bebida según la preferencia personal, el contexto y la región. Para sorpresa de muchos, hay lugares donde la gente lo prepara íntegramente con coco rallado, coco rallado mezclado con yerba , otros lo endulzan con cáscaras de naranja o limón, le ponen miel, entre otros tantos aderezos.
Se prepara con yerba mate en saquitos (similar a un té) o con yerba mate suelta en una cacerola con agua caliente. Luego, se cuela y se sirve en taza. Se puede tomar solo o con leche, y a menudo se le agrega azúcar, miel o edulcorante. Es común para el desayuno o la merienda y es una opción para quienes prefieren un sabor más suave.
En este caso se le agregan distintas hierbas a la yerba mate tradicional, como menta, poleo, cedrón, peperina o boldo. Las hierbas se colocan dentro del mate junto con la yerba o se pueden usar en infusión aparte y luego agregar al mate. Es popular en el interior del país, especialmente en provincias como Córdoba y Corrientes.
Otra variante del mate es que se toma frío, típico de las provincias del norte de Argentina y Paraguay. Acá se prepara con agua bien fría o jugo de frutas, y se puede agregar hielo. Suele incluir hierbas aromáticas o medicinales. Es ideal para climas cálidos y se disfruta especialmente en verano.
También se le añaden cáscaras de naranja, limón o pomelo, o incluso especias como canela, clavo de olor o jengibre. A la hora tomarlo se mezclan con la yerba o se colocan dentro del mate para darle un toque de sabor diferente. Es una forma de variar el sabor del mate tradicional.
En lugar de utilizar agua caliente, se usa leche caliente para cebar el mate. Se puede tomar solo o con azúcar. Es una opción suave que a menudo se le ofrece a los niños o a quienes prefieren un mate menos fuerte.
Muchos reemplazan el azúcar con miel para darle un toque dulce y más saludable. Es ideal para épocas de frío o para quienes buscan suavizar el sabor del mate amargo con un toque diferente.
Se prepara con yerba mate barbacuá, que se elabora con un proceso de secado con fuego a leña, dándole un sabor ahumado y, se toma como el mate tradicional, pero con un sabor más intenso y único. Es popular entre los conocedores y amantes del mate.
Otra forma es agitando la bombilla hacia arriba y abajo mientras se ceba, lo que genera una espuma en la superficie. Se busca crear esta espuma densa y atractiva, especialmente cuando se prepara el primer mate. Es una costumbre muy apreciada por quienes gustan de un mate bien preparado y estéticamente atractivo.
Se mezcla yerba mate con café instantáneo (conocido como «mate con café») o con té. Esta combinación potencia el efecto estimulante de ambas bebidas. Se puede tomar con azúcar o edulcorante según la preferencia.
El mate se ceba en calabazas previamente ahumadas, lo que aporta un sabor particular al agua y a la yerba. Se usa en ocasiones especiales y es valorado por su sabor único.
Estas variantes permiten disfrutar del mate de múltiples formas, adaptándose a distintos gustos y situaciones, y reflejan la riqueza cultural y la diversidad de costumbres en torno a esta infusión en Argentina.
En el año 2013 el Congreso Nacional sancionó la Ley 26.871 declarando al mate como la infusión Argentina por excelencia y se estableció que el 30 de noviembre se celebre el Día Nacional del Mate, todo con el objetivo de promover su consumo y producción, la cual se lleva adelante en el litoral argentino, principalmente en las provincias de Corrientes y Misiones siendo fuente de trabajo de cientos de familias argentinas.
Muchas grupos musicales nacionales le dedicaron canciones o incluido dentro de sus letras. Parte del repertorio en las cuales está presente es:
El mate es social. No es solo una infusión; es compañía, es amistad, familia, representa los valores y tradiciones nacionales. Se toma a toda hora, en todo lugar, es como las mascotas, parte de la familia. Su popularidad no tiene límites. Lionel Messi es matero por definición, podría decirse, ya que, junto a sus tatuajes y la pelota “forma parte de su cuerpo”. Actualmente con miles de argentinos por el mundo, el mate es consumido en diferentes países del globo.
El nombre científico de la yerba mate, cuyo origen se remonta a las comunidades guaraníes es Ilex Paraguariensis; proviene de un árbol nativo de la Selva y en su entorno puede superar los 12 metros de altura llegando hasta los 16.
En Argentina, se prepara con sus hojas, que se extraen de las plantas que dos veces al año son podadas a 2 metros de altura para hacer más fácil la cosecha. Está presente en la gran mayoría de los hogares del país donde, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate cada argentino consume a razón de 6,4 kg cada año.
La preferencia por el mate dulce o amargo varía mucho según la región y las costumbres de cada familia en Argentina, pero en términos generales, el mate amargo es el más tradicional y el más querido en la mayor parte del país.
Además del clásico mate amargo y el mate dulce, en Argentina existen muchas formas y variantes para disfrutar de esta bebida según la preferencia personal, el contexto y la región. Para sorpresa de muchos, hay lugares donde la gente lo prepara íntegramente con coco rallado, coco rallado mezclado con yerba , otros lo endulzan con cáscaras de naranja o limón, le ponen miel, entre otros tantos aderezos.
Se prepara con yerba mate en saquitos (similar a un té) o con yerba mate suelta en una cacerola con agua caliente. Luego, se cuela y se sirve en taza. Se puede tomar solo o con leche, y a menudo se le agrega azúcar, miel o edulcorante. Es común para el desayuno o la merienda y es una opción para quienes prefieren un sabor más suave.
En este caso se le agregan distintas hierbas a la yerba mate tradicional, como menta, poleo, cedrón, peperina o boldo. Las hierbas se colocan dentro del mate junto con la yerba o se pueden usar en infusión aparte y luego agregar al mate. Es popular en el interior del país, especialmente en provincias como Córdoba y Corrientes.
Otra variante del mate es que se toma frío, típico de las provincias del norte de Argentina y Paraguay. Acá se prepara con agua bien fría o jugo de frutas, y se puede agregar hielo. Suele incluir hierbas aromáticas o medicinales. Es ideal para climas cálidos y se disfruta especialmente en verano.
También se le añaden cáscaras de naranja, limón o pomelo, o incluso especias como canela, clavo de olor o jengibre. A la hora tomarlo se mezclan con la yerba o se colocan dentro del mate para darle un toque de sabor diferente. Es una forma de variar el sabor del mate tradicional.
En lugar de utilizar agua caliente, se usa leche caliente para cebar el mate. Se puede tomar solo o con azúcar. Es una opción suave que a menudo se le ofrece a los niños o a quienes prefieren un mate menos fuerte.
Muchos reemplazan el azúcar con miel para darle un toque dulce y más saludable. Es ideal para épocas de frío o para quienes buscan suavizar el sabor del mate amargo con un toque diferente.
Se prepara con yerba mate barbacuá, que se elabora con un proceso de secado con fuego a leña, dándole un sabor ahumado y, se toma como el mate tradicional, pero con un sabor más intenso y único. Es popular entre los conocedores y amantes del mate.
Otra forma es agitando la bombilla hacia arriba y abajo mientras se ceba, lo que genera una espuma en la superficie. Se busca crear esta espuma densa y atractiva, especialmente cuando se prepara el primer mate. Es una costumbre muy apreciada por quienes gustan de un mate bien preparado y estéticamente atractivo.
Se mezcla yerba mate con café instantáneo (conocido como «mate con café») o con té. Esta combinación potencia el efecto estimulante de ambas bebidas. Se puede tomar con azúcar o edulcorante según la preferencia.
El mate se ceba en calabazas previamente ahumadas, lo que aporta un sabor particular al agua y a la yerba. Se usa en ocasiones especiales y es valorado por su sabor único.
Estas variantes permiten disfrutar del mate de múltiples formas, adaptándose a distintos gustos y situaciones, y reflejan la riqueza cultural y la diversidad de costumbres en torno a esta infusión en Argentina.
En el año 2013 el Congreso Nacional sancionó la Ley 26.871 declarando al mate como la infusión Argentina por excelencia y se estableció que el 30 de noviembre se celebre el Día Nacional del Mate, todo con el objetivo de promover su consumo y producción, la cual se lleva adelante en el litoral argentino, principalmente en las provincias de Corrientes y Misiones siendo fuente de trabajo de cientos de familias argentinas.
Muchas grupos musicales nacionales le dedicaron canciones o incluido dentro de sus letras. Parte del repertorio en las cuales está presente es:
—
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de AVG.
www.avg.com