Desarrollo: Estados Unidos apoyó este sábado la campaña de bombardeos de Israel contra Hezbolá en el Líbano, incluido un ataque que mató al líder del grupo durante mucho tiempo, pero también dijo que había llegado el momento de cesar el fuego allí y en Gaza.
El presidente Joe Biden calificó el asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralla, como «una medida de justicia para sus numerosas víctimas, incluidos miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses».
En una declaración realizada un día después de que un ataque aéreo israelí en un suburbio del sur de Beirut matara a Nasralla, Biden reiteró el apoyo de Estados Unidos al «derecho de Israel a defenderse contra Hezbolá, Hamás, los hutíes y cualquier otro grupo terrorista apoyado por Irán».
La vicepresidenta Kamala Harris, que se postula a la presidencia en noviembre, llamó a Nasrala «un terrorista con sangre estadounidense en sus manos».
El fuerte apoyo de Washington, el principal aliado de Israel, se produjo mientras Rusia, varios países europeos y las Naciones Unidas advirtieron sobre las posibles repercusiones del asesinato.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel había «ajustado cuentas» con el asesinato del jefe de Hezbolá, Hasan Nasralla, en un ataque aéreo en Beirut.
«Hemos llegado a un acuerdo con el responsable del asesinato de innumerables israelíes y de numerosos ciudadanos de otros países, incluidos cientos de estadounidenses y decenas de franceses», dijo en su primera declaración este viernes. Se refería a los atentados de 1983 en Beirut que mataron a 63 personas en la embajada de Estados Unidos y a 241 marines estadounidenses y 58 paracaidistas franceses en sus cuarteles.
Netanyahu dijo que mientras el «terrorista» Nasralla estuviera vivo, «restauraría rápidamente las capacidades que habíamos erosionado de Hezbolá» en una serie de operaciones recientes. «Entonces di la orden… y Nasralla ya no está con nosotros», aseguró.
El primer ministro israelí dijo que su país estaba a punto de «lo que parece ser un punto de inflexión histórico» en la lucha contra sus «enemigos». Según Netanyahu, quien ha enfrentado crecientes críticas dentro y fuera del país por su política de guerra después de casi un año de combates en la Franja de Gaza, el asesinato del líder de Hezbolá fue esencial para lograr los objetivos de Israel.
«La eliminación de Nasralla es una condición necesaria para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado: el retorno seguro de los habitantes del norte a sus hogares y la alteración a largo plazo del equilibrio de poder en la región», afirmó. También dijo que ayudará a facilitar el regreso de los rehenes capturados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre y que aún permanecen retenidos en Gaza. «Cuanto más vea (el líder de Hamás Yahya) Sinwar que Hezbolá ya no acudirá en su ayuda, mayores serán las posibilidades de que nuestros cautivos regresen», dijo Netanyahu.
Rusia condenó este sábado a Israel por el asesinato del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralla, y llamó a un alto el fuego inmediato en el Líbano mientras el ministro de Asuntos Exteriores de Moscú sugirió que se estaba realizando un esfuerzo para arrastrar a Estados Unidos a una guerra regional.
Israel «asumirá toda la responsabilidad» por las «trágicas» consecuencias que el asesinato tendría para la región, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
«Condenamos enérgicamente el último asesinato político llevado a cabo por Israel … una vez más instamos con insistencia a Israel a que cese inmediatamente sus acciones militares».
En el evento que la ONU celebró en Nueva York, donde la reunión anual de líderes ha estado dominada por la crisis del Líbano, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que estaba «particularmente preocupado» por el resurgimiento de los asesinatos políticos, incluido el de Nasralla.
«Mi percepción es que hay quienes buscan provocar a Irán, para luego provocar a Estados Unidos y luego desatar una guerra en toda la región», dijo en una conferencia de prensa.
El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, condenó este sábado la muerte del jefe del movimiento islamista libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, y lo calificó de «un crimen vergonzoso».
«Con este crimen queda claro que la entidad sionista ha cruzado todas las líneas rojas», indicó Al Sudani en un comunicado, señalando que Nasralá «es un mártir en el camino de los justos».
«Pagarán alto costo por esto» señaló Ali Kamenei desde Irán
«La gloriosa senda del líder de la resistencia, Hasán Nasralá, continuará y su objetivo sagrado se realizará con la liberación de Quds [Jerusalén], si Dios quiere», señaló el portavoz del Ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Naser Kanani, en un mensaje en la red social X. Por su parte, el vicepresidente iraní Mohamad Javad Zarif expresó su pésame por la muerte de Nasralá, al que calificó de «símbolo de la lucha contra la opresión».
En el santuario del imán Reza, el principal lugar de culto chiita del país, situado en la ciudad de Mashhad, en el noreste, se izó una bandera negra en señal de duelo, informó la agencia de prensa local Tasnim. El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, denunció el sábado que «por la gracia y el poder de Dios, el Líbano hará que el enemigo transgresor y malicioso pague un alto costo por la muerte de Hasán Nasralá y se arrepienta de sus acciones.»
Erdogan pide a la ONU que «detenga el genocidio»
Luego que trascendiera que Israel había asesinado al líder de Hezbola Hasán Nasralá, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó este a Israel de «cometer un genocidio en Líbano, con ataques brutales» que le cuestan la vida a cientos de civiles.
«Líbano y el pueblo libanés son el nuevo objetivo de la política de genocidio, de ocupación y de invasión llevada a cabo por Israel desde el 7 de octubre», día del sangriento ataque de Hamás en suelo israelí, que desencandenó la masacre de Gaza, afirmó el presidente turco en un mensaje publicado en X.
«Las acciones de Israel desafían a toda la humanidad, los valores humanos y el derecho internacional. Ahora deben detenerse los intentos de Israel de extender la política de locura que implementó en Gaza y Ramallah al Líbano y otros países de la región. Hacemos un llamado a todas las estructuras y a todas las organizaciones de derechos humanos cuyo deber es garantizar la paz, la estabilidad y la seguridad globales, especialmente el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a tomar medidas rápidas», dijo Erdogan, reclamando que «el mundo islámico adopte una postura más decidida contra estos ataques».
«El mundo es más seguro», señaló Israel
En un comunicado, el ejército israelí afirmó este sábado que la eliminación del jefe del grupo libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, «hace que el mundo sea un lugar más seguro», e insistió en que continuará «eliminando» a otros comandantes del movimiento islamista «hasta que la seguridad de Israel esté garantizada».
«Nasralá era uno de los mayores enemigos de todos los tiempos del Estado de Israel […]. Su eliminación hace que el mundo sea un lugar más seguro», indicó el portavoz del ejército, el contralmirante Daniel Hagari, durante una rueda de prensa televisada, un día después del bombardeo israelí contra el cuartel general de Hezbolá al sur de Beirut.
En otra declaración, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, dijo, dirigiéndose a la población libanesa: «No estamos en guerra contra ustedes. Es el momento del cambio». «A nuestros enemigos, les digo: somos fuertes y estamos decididos», agregó.
Ante el riesgo de un aumento de las tensiones, las autoridades decretaron nuevas normas de seguridad pública en Israel. El Mando del Frente Interior del ejército israelí anunció la prohibición de las concentraciones de más de mil de personas, sobre todo en Tel Aviv y en sus alrededores, donde decenas de miles de personas protestan cada sábado desde hace meses para manifestarse contra el gobierno.
9:25 | Miles de libaneses huyen hacia Siria
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, declaró este sábado que «más de 50.000 libaneses han huído hacia Siria en las últimas horas», para escapar de las consecuencias de los masivos bombardeos israelíes en Beirut.
«Más de 50.000 libaneses y sirios que vivían en el Líbano han cruzado ahora a Siria huyendo de los bombardeos israelíes», indicó Grandi en X, añadiendo que «ya más de 200.000 personas están desplazadas dentro de las fronteras de Líbano», lo que abre paso a otra catástrofe humanitaria, porque «mucha de esa gente huye sin nada más que lo puesto, y debe ser atendida en Siria ya que no tiene recursos para sobrevivir».
AFP/HB
El presidente Joe Biden calificó el asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralla, como «una medida de justicia para sus numerosas víctimas, incluidos miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses».
En una declaración realizada un día después de que un ataque aéreo israelí en un suburbio del sur de Beirut matara a Nasralla, Biden reiteró el apoyo de Estados Unidos al «derecho de Israel a defenderse contra Hezbolá, Hamás, los hutíes y cualquier otro grupo terrorista apoyado por Irán».
La vicepresidenta Kamala Harris, que se postula a la presidencia en noviembre, llamó a Nasrala «un terrorista con sangre estadounidense en sus manos».
El fuerte apoyo de Washington, el principal aliado de Israel, se produjo mientras Rusia, varios países europeos y las Naciones Unidas advirtieron sobre las posibles repercusiones del asesinato.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel había «ajustado cuentas» con el asesinato del jefe de Hezbolá, Hasan Nasralla, en un ataque aéreo en Beirut.
«Hemos llegado a un acuerdo con el responsable del asesinato de innumerables israelíes y de numerosos ciudadanos de otros países, incluidos cientos de estadounidenses y decenas de franceses», dijo en su primera declaración este viernes. Se refería a los atentados de 1983 en Beirut que mataron a 63 personas en la embajada de Estados Unidos y a 241 marines estadounidenses y 58 paracaidistas franceses en sus cuarteles.
Netanyahu dijo que mientras el «terrorista» Nasralla estuviera vivo, «restauraría rápidamente las capacidades que habíamos erosionado de Hezbolá» en una serie de operaciones recientes. «Entonces di la orden… y Nasralla ya no está con nosotros», aseguró.
El primer ministro israelí dijo que su país estaba a punto de «lo que parece ser un punto de inflexión histórico» en la lucha contra sus «enemigos». Según Netanyahu, quien ha enfrentado crecientes críticas dentro y fuera del país por su política de guerra después de casi un año de combates en la Franja de Gaza, el asesinato del líder de Hezbolá fue esencial para lograr los objetivos de Israel.
«La eliminación de Nasralla es una condición necesaria para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado: el retorno seguro de los habitantes del norte a sus hogares y la alteración a largo plazo del equilibrio de poder en la región», afirmó. También dijo que ayudará a facilitar el regreso de los rehenes capturados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre y que aún permanecen retenidos en Gaza. «Cuanto más vea (el líder de Hamás Yahya) Sinwar que Hezbolá ya no acudirá en su ayuda, mayores serán las posibilidades de que nuestros cautivos regresen», dijo Netanyahu.
Rusia condenó este sábado a Israel por el asesinato del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralla, y llamó a un alto el fuego inmediato en el Líbano mientras el ministro de Asuntos Exteriores de Moscú sugirió que se estaba realizando un esfuerzo para arrastrar a Estados Unidos a una guerra regional.
Israel «asumirá toda la responsabilidad» por las «trágicas» consecuencias que el asesinato tendría para la región, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
«Condenamos enérgicamente el último asesinato político llevado a cabo por Israel … una vez más instamos con insistencia a Israel a que cese inmediatamente sus acciones militares».
En el evento que la ONU celebró en Nueva York, donde la reunión anual de líderes ha estado dominada por la crisis del Líbano, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que estaba «particularmente preocupado» por el resurgimiento de los asesinatos políticos, incluido el de Nasralla.
«Mi percepción es que hay quienes buscan provocar a Irán, para luego provocar a Estados Unidos y luego desatar una guerra en toda la región», dijo en una conferencia de prensa.
El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, condenó este sábado la muerte del jefe del movimiento islamista libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, y lo calificó de «un crimen vergonzoso».
«Con este crimen queda claro que la entidad sionista ha cruzado todas las líneas rojas», indicó Al Sudani en un comunicado, señalando que Nasralá «es un mártir en el camino de los justos».
«Pagarán alto costo por esto» señaló Ali Kamenei desde Irán
«La gloriosa senda del líder de la resistencia, Hasán Nasralá, continuará y su objetivo sagrado se realizará con la liberación de Quds [Jerusalén], si Dios quiere», señaló el portavoz del Ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Naser Kanani, en un mensaje en la red social X. Por su parte, el vicepresidente iraní Mohamad Javad Zarif expresó su pésame por la muerte de Nasralá, al que calificó de «símbolo de la lucha contra la opresión».
En el santuario del imán Reza, el principal lugar de culto chiita del país, situado en la ciudad de Mashhad, en el noreste, se izó una bandera negra en señal de duelo, informó la agencia de prensa local Tasnim. El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, denunció el sábado que «por la gracia y el poder de Dios, el Líbano hará que el enemigo transgresor y malicioso pague un alto costo por la muerte de Hasán Nasralá y se arrepienta de sus acciones.»
Erdogan pide a la ONU que «detenga el genocidio»
Luego que trascendiera que Israel había asesinado al líder de Hezbola Hasán Nasralá, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó este a Israel de «cometer un genocidio en Líbano, con ataques brutales» que le cuestan la vida a cientos de civiles.
«Líbano y el pueblo libanés son el nuevo objetivo de la política de genocidio, de ocupación y de invasión llevada a cabo por Israel desde el 7 de octubre», día del sangriento ataque de Hamás en suelo israelí, que desencandenó la masacre de Gaza, afirmó el presidente turco en un mensaje publicado en X.
«Las acciones de Israel desafían a toda la humanidad, los valores humanos y el derecho internacional. Ahora deben detenerse los intentos de Israel de extender la política de locura que implementó en Gaza y Ramallah al Líbano y otros países de la región. Hacemos un llamado a todas las estructuras y a todas las organizaciones de derechos humanos cuyo deber es garantizar la paz, la estabilidad y la seguridad globales, especialmente el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a tomar medidas rápidas», dijo Erdogan, reclamando que «el mundo islámico adopte una postura más decidida contra estos ataques».
«El mundo es más seguro», señaló Israel
En un comunicado, el ejército israelí afirmó este sábado que la eliminación del jefe del grupo libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, «hace que el mundo sea un lugar más seguro», e insistió en que continuará «eliminando» a otros comandantes del movimiento islamista «hasta que la seguridad de Israel esté garantizada».
«Nasralá era uno de los mayores enemigos de todos los tiempos del Estado de Israel […]. Su eliminación hace que el mundo sea un lugar más seguro», indicó el portavoz del ejército, el contralmirante Daniel Hagari, durante una rueda de prensa televisada, un día después del bombardeo israelí contra el cuartel general de Hezbolá al sur de Beirut.
En otra declaración, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, dijo, dirigiéndose a la población libanesa: «No estamos en guerra contra ustedes. Es el momento del cambio». «A nuestros enemigos, les digo: somos fuertes y estamos decididos», agregó.
Ante el riesgo de un aumento de las tensiones, las autoridades decretaron nuevas normas de seguridad pública en Israel. El Mando del Frente Interior del ejército israelí anunció la prohibición de las concentraciones de más de mil de personas, sobre todo en Tel Aviv y en sus alrededores, donde decenas de miles de personas protestan cada sábado desde hace meses para manifestarse contra el gobierno.
9:25 | Miles de libaneses huyen hacia Siria
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, declaró este sábado que «más de 50.000 libaneses han huído hacia Siria en las últimas horas», para escapar de las consecuencias de los masivos bombardeos israelíes en Beirut.
«Más de 50.000 libaneses y sirios que vivían en el Líbano han cruzado ahora a Siria huyendo de los bombardeos israelíes», indicó Grandi en X, añadiendo que «ya más de 200.000 personas están desplazadas dentro de las fronteras de Líbano», lo que abre paso a otra catástrofe humanitaria, porque «mucha de esa gente huye sin nada más que lo puesto, y debe ser atendida en Siria ya que no tiene recursos para sobrevivir».
AFP/HB
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