Desarrollo: Sachiko Eto, más conocida como la asesina de las baquetas (palillos usados para golpear objetos de percusión) fue la líder de una secta japonesa que mató a por lo menos seis de sus seguidores en la ciudad de Sukagawa entre 1994 y 1995.
Eto se declaró gurú y afirmó tener habilidades psíquicas, con lo cual atraía gente a su grupo y de esa forma mató a alguno de ellos durante extraños rituales con palos de taiko (instrumento de percusión de ese país), por eso el apodo que recibió.
Entre diciembre de 1994 y junio de 1995, los seguidores de esta homicida, entre ellos su hija Yuko de 23 años, Hiroshi Nemoto (21) y Mitsuo Sekine (45), ayudaron a matar a los «diablos feos», nombre que recibían sus potenciales víctimas para justificar los crímenes.
De sus tres «ayudantes, fue Nemoto quien participó e manera activa en los seis asesinatos e incluso colaboró cuando Eto hirió a una mujer que también era miembro de la secta.
El 5 de julio de 1995, la Policía de la Prefectura de Fukushima allanó la casa de esta múltiple homicida, luego de que un integrante de su grupo tuviera que ser internado debido a graves heridas.
En la vivienda, los efectivos encontraron seis cadáveres en descomposición y detuvieron a Eto y a sus tres seguidores-cómplices.
Días después, también apresaron a esa víctima hospitalizada tras comprobarse que había participado en los crímenes.
Entre las personas asesinadas estaban la esposa de Nemoto, el seguidor J., la esposa y la hija de J., el seguidor K. y la seguidora N.
En marzo de 1997, el Tribunal Superior de Sendai condenó a tres años de prisión a ese seguidor que había sido herido y luego arrestado.
En tanto, el 16 de noviembre de 2001, el Tribunal de Distrito de Fukushima pidió la pena de muerte para Sachiko Eto, cadena perpetua para su hija Yuko Eto y Mitsuo Sekine, y 20 años de prisión para Hiroshi Nemoto.
Fue así que el 10 de mayo de 2002, todas las sentencias fueron confirmadas, pero la de Nemoto fue reducida a 18 años, lo que generó que los abogados defensores de todos ellos, incluida la de la líder de la secta, apelaran la decisión judicial.
Sin embargo, el 11 de noviembre de 2003, el Tribunal Superior de Sendai desestimó las presentaciones hechas por los cómplices para que se les redujeran las penas.
El 12 de noviembre de 2005, la apelación de Sachiko Eto también fue rechazada por el mismo tribunal.
Esto generó que la mujer volviera a pedir que revisen el pedido judicial, pero esta vez ante la Corte Suprema, que finalmente el 16 de septiembre de 2008 desestimó la presentación y confirmó la sentencia de muerte de Eto, quien se convirtió así en la décima prisionera condenada a muerte después de la guerra.
El 17 de septiembre de 2012, Sachiko Eto fue ejecutada en la prisión de Miyagi, en Sendai. Ella fue la primera mujer ejecutada en 15 años y la cuarta en la sucesión a partir de 1950.
Eto se declaró gurú y afirmó tener habilidades psíquicas, con lo cual atraía gente a su grupo y de esa forma mató a alguno de ellos durante extraños rituales con palos de taiko (instrumento de percusión de ese país), por eso el apodo que recibió.
Entre diciembre de 1994 y junio de 1995, los seguidores de esta homicida, entre ellos su hija Yuko de 23 años, Hiroshi Nemoto (21) y Mitsuo Sekine (45), ayudaron a matar a los «diablos feos», nombre que recibían sus potenciales víctimas para justificar los crímenes.
De sus tres «ayudantes, fue Nemoto quien participó e manera activa en los seis asesinatos e incluso colaboró cuando Eto hirió a una mujer que también era miembro de la secta.
El 5 de julio de 1995, la Policía de la Prefectura de Fukushima allanó la casa de esta múltiple homicida, luego de que un integrante de su grupo tuviera que ser internado debido a graves heridas.
En la vivienda, los efectivos encontraron seis cadáveres en descomposición y detuvieron a Eto y a sus tres seguidores-cómplices.
Días después, también apresaron a esa víctima hospitalizada tras comprobarse que había participado en los crímenes.
Entre las personas asesinadas estaban la esposa de Nemoto, el seguidor J., la esposa y la hija de J., el seguidor K. y la seguidora N.
En marzo de 1997, el Tribunal Superior de Sendai condenó a tres años de prisión a ese seguidor que había sido herido y luego arrestado.
En tanto, el 16 de noviembre de 2001, el Tribunal de Distrito de Fukushima pidió la pena de muerte para Sachiko Eto, cadena perpetua para su hija Yuko Eto y Mitsuo Sekine, y 20 años de prisión para Hiroshi Nemoto.
Fue así que el 10 de mayo de 2002, todas las sentencias fueron confirmadas, pero la de Nemoto fue reducida a 18 años, lo que generó que los abogados defensores de todos ellos, incluida la de la líder de la secta, apelaran la decisión judicial.
Sin embargo, el 11 de noviembre de 2003, el Tribunal Superior de Sendai desestimó las presentaciones hechas por los cómplices para que se les redujeran las penas.
El 12 de noviembre de 2005, la apelación de Sachiko Eto también fue rechazada por el mismo tribunal.
Esto generó que la mujer volviera a pedir que revisen el pedido judicial, pero esta vez ante la Corte Suprema, que finalmente el 16 de septiembre de 2008 desestimó la presentación y confirmó la sentencia de muerte de Eto, quien se convirtió así en la décima prisionera condenada a muerte después de la guerra.
El 17 de septiembre de 2012, Sachiko Eto fue ejecutada en la prisión de Miyagi, en Sendai. Ella fue la primera mujer ejecutada en 15 años y la cuarta en la sucesión a partir de 1950.
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