El senador de Unión por la Patria, Oscar Parrilli, presentó una moción de preferencia contra la titular del cuerpo, Victoria Villarruel, quien hace semanas llevó adelante un acto homenaje a las víctimas del terrorismo.
Parrilli acusó a la Vicepresidenta de poner en duda «el pacto democrático» por expresar que abrirá «todas las causas que llevan más de 20 años cerradas» contra grupos de la guerrilla armada en la década del 70′. “Al decir eso, representa un desprecio por la división de poderes como si el cargo de vicepresidenta le permitiera abrir causas judiciales”, dijo el senador.
Sin embargo, la moción que pidió para que se repudie a Villarruel resultó negativo en la votación. Parrili sostuvo: “Los tres poderes han planteado que aquellos hechos deben ser juzgados por la justicia penal y en muchos casos han recibido condenas, pero algunos fueron beneficiados por indulto”.
Al igual que Mayans, el senador Eduaro Vischi (UCR) solicitó la incorporación del tratamiento del DNU 656/24 para el final de la sesión. En ese sentido, su par kirchnerista apoyó la moción y pidió votar la propuesta del legislador correntino: «Nosotros no rechazamos el tratamiento de retiro de pliego, nada más pedíamos que se incorpore el 656, que es lo mismo que decía Vischi».
De esa manera, los senadores radicales y del kirchnerismo consiguieron incluir en la sesión el tratamiento de los fondos reservados para la SIDE, que ya fue rechazado en la Cámara de Diputados.
El Gobierno fracasó así en su intento de postergar ese tema, como se había dispuesto en el acta de Labor Parlamentaria de ayer, y que no había sido firmada por los bloques del kirchnerismo y la UCR. En ese sentido, el oficialismo había propuesto hacer una «sesión secreta» la semana próxima, que ahora quedará desechada, ya que el Senado se encamina a anular ese DNU, que ya fue rechazado también por la Cámara de Diputados.
El senador José Luis Mayans (Unión por la Patria) solicitó que se incluya en el tratamiento la aprobación de DNU relacionado con la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), además de los proyectos por la Boleta Única y la financiación universitaria.
«Ayer nos pidieron una reunión secreta. Nosotros no estamos de acuerdo. Primero por los tiempos que estamos viviendo, donde el presidente llama a diputados, utiliza el convencimiento extremo y cambian sus votos en 24 horas. Es un momento donde la gente sospecha de corrupción», argumentó.
«Obviamente dijimos que sesiones secretas [no], más para hablar de un gasto de cien mil millones de pesos y con una ministra experta en pegar a gente desarmada… Imposible que nosotros nos prestemos para eso. Nosotros queremos tratar el DNU hoy», añadió.
Pasadas las 14 horas, comenzó la sesión en el Senado que tratará el proyecto que actualiza y blinda el presupuesto universitario hasta fin de año y la iniciativa que busca implantar la Boleta Única de Papel (BUP) como nueva modalidad de votación de cara a los comicios legislativos del 2025.
El temario quedó plasmado ayer en una nueva reunión de Labor Parlamentaria en que la se quitó del plan original el DNU que le otorga fondos millonarios a la SIDE. Sin embargo, el kirchnerismo insistirá por tratarlo en el hemiciclo. Necesita dos tercios para incluirlo, por lo que se deberían sumar senadores de bloques aliados al oficialismo.
La Casa Rosada desactivó ayer el desembarco del decreto de la SIDE con una solicitud pidiendo una sesión especial secreta para informar sobre el alcance y pormenores del mismo.
Uno de los temas centrales será la Boleta Única de Papel, que debe volver a Diputados para su segunda revisión antes de febrero, fecha en que pierde estado parlamentario. El objetivo es avanzar en un cambio institucional relevante para el sistema electoral. El modelo elegido sería el mendocino, en lugar del cordobés. Ambos sistemas son similares, pero el primero se ajusta mejor al consenso entre oficialismo y dialoguistas, ya que permite una disposición más clara de los cargos y partidos en la papeleta.
El avance del proyecto fue facilitado por los modelos impresos que el Gobierno entregó al senador por Entre Ríos, Edgardo Kueider, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, quien preparó el texto final y lo entregó a los demás legisladores. Sin embargo, el proyecto estuvo en riesgo debido a las dudas del bloque radical, que finalmente resolvió apoyar la medida tras discutir la compensación de cajas jubilatorias no transferidas a la Nación, un tema que había generado tensiones.
La BUP necesita una mayoría absoluta de 37 votos para ser aprobada, lo que complica las posibilidades de desempate por parte de Villarruel. La oposición dialoguista y el oficialismo están empatados, lo que convierte la votación en un verdadero desafío, especialmente con la presencia aún incierta de un senador de La Libertad Avanza. Además, la BUP no permitirá la opción de votar una lista completa en las generales, un pedido clave de algunos senadores que terminó por inclinar la balanza en favor del modelo mendocino.
El otro punto fuerte del debate será el presupuesto universitario. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el proyecto asegura una recomposición salarial para docentes y no docentes a partir del 1 de diciembre de 2023, con un impacto estimado de $738.595 millones, equivalente al 0,14% del PBI. La oposición considera que este es el mínimo necesario para garantizar el funcionamiento de las universidades, mientras que algunos sectores oficialistas han expresado su preocupación por el impacto fiscal.
La oposición, en bloque, dejó de lado los argumentos del oficialismo, que intentó frenar la medida, argumentando un gasto excesivo. Si la ley se aprueba, podría obtener los dos tercios necesarios en el Senado, lo que forzaría al presidente Javier Milei a evaluar un nuevo veto.
Finalmente, el debate sobre el DNU que asigna millonarios fondos a la Secretaría de Inteligencia fue aplazado para la próxima semana. Antes de la reunión de Labor Parlamentaria, el Ejecutivo había solicitado una sesión secreta para tratar el tema, con exposiciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del secretario de Inteligencia, Sergio Neiffert, para explicar los detalles del decreto.
Este tema no logró consenso, y las críticas del kirchnerismo y algunos radicales llevaron a postergar su tratamiento. A pesar de que mañana podrían intentar avanzar con el debate, necesitarán dos tercios de los votos para tratarlo sobre tablas, algo que el Unión por la Patria probablemente no apoyará. Con algunas ausencias clave en la oposición, el oficialismo tiene una oportunidad de mover las fichas a su favor.
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