La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, se mantuvo en 3,2% a nivel interanual, con un incremento mensual de 0,3%, una décima por encima de las estimaciones de los analistas.
El estancamiento elevado del dato subyacente está relacionado al comportamiento del índice de vivienda, que aumentó un 5,2% en el último año, lo que representa más del 70% del aumento total de la inflación núcleo en dicho periodo. Otros rubros que contribuyeron con importantes aumentos en el último año fueron el seguro de vehículos de motor (+16,5%), la atención médica (+3,0%), la recreación (+1,6%) y la educación (+3,1%).
Un aspecto que incidió en la diferencia entre el índice general y el subyacente es el menor costo de la nafta, que tuvo una merma del 10,3% interanual, impactando en una baja de los precios energéticos del 4%.
Los alimentos, por su parte, registraron una suba menor que la media, al trepar un 2,1% interanual, sobre todo por la contención de los que se consumen en casa (+0,9% anual), frente al aumento de los que se ingieren por fuera de los hogares, que alcanzó un 4%.
El indicador inflacionario del octavo mes del año se conoce en la previa de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal, que comenzará el 18 de septiembre, y en la que se espera que realice el primer recorte en los tipos de interés, que se ubican desde julio de 2023 en 5,25%-5,5%, el máximo en 23 años.
LM / ds
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