Desarrollo: Antonella Trivisonno, una niña de 6 años, fue víctima de un accidente de tránsito hace 25 años y su familia decidió donar sus órganos. En conmemoración de ese acto todos los 29 de agosto se conmemora el acto realizado.
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, la madre de la niña, Rosario, comentó: “No tenemos fundación ni asociación, tampoco cobramos por las charlas ni por las presentaciones, lo único que nos interesa es que el legado de mi hija no muera”.
Además explicó como comenzó el proyecto que realiza tras la muerte de Antonella y detalló: “Nosotros somos de Rosario y comenzamos con esta actividad en el año 1999 por un accidente de auto, en que iba manejando y con tres de mis hijos como acompañantes, Nicolás de diez años, Agustina de ocho años y Antonella de seis. El hecho pasó en la esquina de Ovidio Lagos y Salta, en Rosario, cuando nos atropelló un auto que pasaba en rojo”.
En tanto mencionó: “Nuestro auto vuelca y la única que sale despedida es Antonella con seis años, que fue trasladada al Hospital de Niños. Luego de unas horas nos encontramos con el diagnóstico de muerte y en ese momento decidimos donar los órganos”.
Tomaron esta decisión debido a que pensaron en que podían ayudar a otra familia y a diferentes personas para que no estuvieran en el mismo lugar que ellos.
Así que organizaron un primer evento en esa esquina del accidente y año a año fueron realizando distintas actividades. «También, en el 2019, cuando se cumplieron 20 años de todas las actividades que hacemos durante el año, que son charlas, encuentros, social discusión, surgió la idea de una comunidad de pacientes trasplantados.
La mamá de Antonella agregó: “La idea es poder expandir esa comunidad, queremos llegar a lograr que el 29 de agosto de cada año las escuelas abran sus puertas para el lanzamiento de la bandera, pero invitando a todas las familias de la comunidad para que puedan dar un aplauso a los donantes”.
Por otro lado, explayó que hacen un homenaje ya que “donaron los órganos de Antonella por cómo vivió y no por cómo murió”. En otras palabras, la donación, en este sentido, tiene que ver con la vida y con todo lo previo.
Asimismo, agregó: “Un donante de órganos es una persona que mejora la calidad de vida de un paciente y Antonella fue donante de vida”
En base a la pregunta de la donación de órganos aclaró que “está bárbaro que todos seamos donantes”, ya que es fundamental que ejerzamos el derecho de elegir por sí o por no que es lo que queremos hacer, porque “la realidad es que la familia queda en un lugar de incerteza, de dolor, de shock y va a vivir la vida entera pensando cómo no le pregunté, cómo no me lo dijo”.
“Nosotros decimos que la donación no tiene que ver sólo con órganos, con sangre o con tejido, sino con que lo mejor de mí viva en vos”, detalló Rosario.
Por último remarcó: “Lo que nos acordamos de nuestros muertos es toda la vida que tuvieron con nosotros, además después que pudieron donar. Pero tiene que ver con la vida, de la persona que recibió la donación”
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, la madre de la niña, Rosario, comentó: “No tenemos fundación ni asociación, tampoco cobramos por las charlas ni por las presentaciones, lo único que nos interesa es que el legado de mi hija no muera”.
Además explicó como comenzó el proyecto que realiza tras la muerte de Antonella y detalló: “Nosotros somos de Rosario y comenzamos con esta actividad en el año 1999 por un accidente de auto, en que iba manejando y con tres de mis hijos como acompañantes, Nicolás de diez años, Agustina de ocho años y Antonella de seis. El hecho pasó en la esquina de Ovidio Lagos y Salta, en Rosario, cuando nos atropelló un auto que pasaba en rojo”.
En tanto mencionó: “Nuestro auto vuelca y la única que sale despedida es Antonella con seis años, que fue trasladada al Hospital de Niños. Luego de unas horas nos encontramos con el diagnóstico de muerte y en ese momento decidimos donar los órganos”.
Tomaron esta decisión debido a que pensaron en que podían ayudar a otra familia y a diferentes personas para que no estuvieran en el mismo lugar que ellos.
Así que organizaron un primer evento en esa esquina del accidente y año a año fueron realizando distintas actividades. «También, en el 2019, cuando se cumplieron 20 años de todas las actividades que hacemos durante el año, que son charlas, encuentros, social discusión, surgió la idea de una comunidad de pacientes trasplantados.
La mamá de Antonella agregó: “La idea es poder expandir esa comunidad, queremos llegar a lograr que el 29 de agosto de cada año las escuelas abran sus puertas para el lanzamiento de la bandera, pero invitando a todas las familias de la comunidad para que puedan dar un aplauso a los donantes”.
Por otro lado, explayó que hacen un homenaje ya que “donaron los órganos de Antonella por cómo vivió y no por cómo murió”. En otras palabras, la donación, en este sentido, tiene que ver con la vida y con todo lo previo.
Asimismo, agregó: “Un donante de órganos es una persona que mejora la calidad de vida de un paciente y Antonella fue donante de vida”
En base a la pregunta de la donación de órganos aclaró que “está bárbaro que todos seamos donantes”, ya que es fundamental que ejerzamos el derecho de elegir por sí o por no que es lo que queremos hacer, porque “la realidad es que la familia queda en un lugar de incerteza, de dolor, de shock y va a vivir la vida entera pensando cómo no le pregunté, cómo no me lo dijo”.
“Nosotros decimos que la donación no tiene que ver sólo con órganos, con sangre o con tejido, sino con que lo mejor de mí viva en vos”, detalló Rosario.
Por último remarcó: “Lo que nos acordamos de nuestros muertos es toda la vida que tuvieron con nosotros, además después que pudieron donar. Pero tiene que ver con la vida, de la persona que recibió la donación”
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