Desarrollo: Hernán Drago acudió como invitado al programa Una noche perfecta, que conduce Sebastián Wainraich por eltrece y contó un episodio insólito que vivió durante la pandemia.
“En la época que yo hacía Bienvenidos a Bordo, en pandemia, no sé quién había repartido mi número de celular, pero me llegaba una cantidad de ofertas, de mensajes, de fotos”, comenzó a relatar.
“Un día apareció un señor que me dice: “Che, negrito, en mi casa te aman. Mi mujer está loca con vos. Yo soy un tipo muy celoso, pero mirá lo que me animo a decirte. Si le mandás un beso, yo tengo una carnicería y te mando una docena de chorizos de regalo””, recordó el modelo.
“Le mando el video y me pide la dirección. Me pareció mucho”, remarcó Drago, que prefirió quedarse sin la recompensa.
Pero esa no fue la propuesta más jugosa que recibió. En Guayaquil, Ecuador, una mujer le hizo un ofrecimiento en dólares. “Era la cara de una fragancia internacional y habían sorteado que quién ganaba el concurso se sacaba fotos con el modelo, una mujer se me acerca y me dice ‘qué bonito sos, podemos hacer algo, pasar la noche juntos. Soy una mujer adinerada, puedo pagar’”, recordó el modelo.
“¿De cuánto estamos hablando?”, le preguntó. Y la señora empezó ofreciendo mil dólares y fue aumentando la oferta. “Llegó hasta 10 mil dólares. Ahí cambié el auto”, bromeó.
“En la época que yo hacía Bienvenidos a Bordo, en pandemia, no sé quién había repartido mi número de celular, pero me llegaba una cantidad de ofertas, de mensajes, de fotos”, comenzó a relatar.
“Un día apareció un señor que me dice: “Che, negrito, en mi casa te aman. Mi mujer está loca con vos. Yo soy un tipo muy celoso, pero mirá lo que me animo a decirte. Si le mandás un beso, yo tengo una carnicería y te mando una docena de chorizos de regalo””, recordó el modelo.
“Le mando el video y me pide la dirección. Me pareció mucho”, remarcó Drago, que prefirió quedarse sin la recompensa.
Pero esa no fue la propuesta más jugosa que recibió. En Guayaquil, Ecuador, una mujer le hizo un ofrecimiento en dólares. “Era la cara de una fragancia internacional y habían sorteado que quién ganaba el concurso se sacaba fotos con el modelo, una mujer se me acerca y me dice ‘qué bonito sos, podemos hacer algo, pasar la noche juntos. Soy una mujer adinerada, puedo pagar’”, recordó el modelo.
“¿De cuánto estamos hablando?”, le preguntó. Y la señora empezó ofreciendo mil dólares y fue aumentando la oferta. “Llegó hasta 10 mil dólares. Ahí cambié el auto”, bromeó.
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