Desarrollo: Tras la derrota ante Nueva Chicago, el futbolista Santiago Vera sufrió el incendio intencional de su camioneta frente a su domicilio, desencadenando una crisis en el vestuario y poniendo en jaque la continuidad del técnico Daniel “El Indio” Bazán Vera.
El lunes por la tarde, pocas horas después de que Almirante Brown cayera ante el “Torito”, el ambiente del club “aurinegro” se tornó sombrío. “Pomelo” Vera, uno de los jugadores más relevantes y queridos del equipo, vio como su camioneta era incendiada de manera intencional frente a su casa en Isidro Casanova.
Este acto de violencia ha conmocionado al plantel y ha llevado a los jugadores a tomar una postura firme: decidieron no entrenarse y exigieron una reunión con el presidente del club, Maximiliano Levy.
En esa reunión, los referentes del equipo no dudaron en expresar su descontento con la situación actual del club y especialmente con la continuidad del técnico, “El Indio” Bazán Vera.
“No hay vuelta atrás”, fue la frase que resonó en boca de los jugadores, que dejaron en claro que la situación con el entrenador está totalmente rota. Además, esta situación parece agravarse, teniendo en cuenta que se aproxima un nuevo clásico ante Deportivo Morón, que podría profundizar mucho más la crisis si los resultados no acompañan.
El panorama deportivo de Almirante Brown tampoco es alentador: el equipo se encuentra entre los tres con menos victorias en la Primera Nacional, habiendo ganado sólo cinco de veintiocho partidos disputados.
Además, es el conjunto con menos goles a favor, habiendo anotado solo 15 veces en todo el torneo, sumado a la amenaza del descenso, ya que están apenas a siete puntos de la zona de promoción para evitar caer a la tercera categoría del fútbol argentino.
Con un vestuario fracturado, un técnico sin respaldo y un plantel afectado por la violencia, Almirante Brown enfrenta un momento crítico que podría definir su futuro en la Primera Nacional como en la estructura misma del club.
El lunes por la tarde, pocas horas después de que Almirante Brown cayera ante el “Torito”, el ambiente del club “aurinegro” se tornó sombrío. “Pomelo” Vera, uno de los jugadores más relevantes y queridos del equipo, vio como su camioneta era incendiada de manera intencional frente a su casa en Isidro Casanova.
Este acto de violencia ha conmocionado al plantel y ha llevado a los jugadores a tomar una postura firme: decidieron no entrenarse y exigieron una reunión con el presidente del club, Maximiliano Levy.
En esa reunión, los referentes del equipo no dudaron en expresar su descontento con la situación actual del club y especialmente con la continuidad del técnico, “El Indio” Bazán Vera.
“No hay vuelta atrás”, fue la frase que resonó en boca de los jugadores, que dejaron en claro que la situación con el entrenador está totalmente rota. Además, esta situación parece agravarse, teniendo en cuenta que se aproxima un nuevo clásico ante Deportivo Morón, que podría profundizar mucho más la crisis si los resultados no acompañan.
El panorama deportivo de Almirante Brown tampoco es alentador: el equipo se encuentra entre los tres con menos victorias en la Primera Nacional, habiendo ganado sólo cinco de veintiocho partidos disputados.
Además, es el conjunto con menos goles a favor, habiendo anotado solo 15 veces en todo el torneo, sumado a la amenaza del descenso, ya que están apenas a siete puntos de la zona de promoción para evitar caer a la tercera categoría del fútbol argentino.
Con un vestuario fracturado, un técnico sin respaldo y un plantel afectado por la violencia, Almirante Brown enfrenta un momento crítico que podría definir su futuro en la Primera Nacional como en la estructura misma del club.
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