Desarrollo: En Venezuela, las calles se llenaron de manifestantes tras la proclamación de Nicolás Maduro como presidente, en medio de acusaciones de fraude electoral. Los ciudadanos participaron en cacerolazos y marchas en diversos puntos del país, especialmente en Caracas, donde la lluvia no detuvo las demostraciones de descontento. Con banderas y cánticos, los manifestantes expresaron su rechazo a los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El CNE declaró a Maduro ganador con casi el 52% de los votos, superando al opositor Edmundo González Urrutia por ocho puntos porcentuales. Sin embargo, la oposición asegura que las encuestas de boca de urna indicaban una victoria para González, generando aún más controversia. La falta de transparencia en la divulgación de las actas de votación ha intensificado las sospechas de manipulación electoral.
Durante las protestas, se escucharon consignas como «fraude» y «libertad», y los ciudadanos demandaron la anulación de los resultados. La tensión se elevó en los barrios de Caracas, donde las fuerzas de seguridad permanecieron en alerta para contener posibles disturbios. La situación política en Venezuela sigue siendo crítica, con una oposición que no reconoce la legitimidad de Maduro.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Venezuela, instando a una resolución pacífica y democrática de la crisis. Los eventos recientes reflejan la profunda polarización y el descontento social que persisten en el país, con un futuro político incierto. La respuesta del gobierno y la resistencia de los ciudadanos serán determinantes en los próximos días.
Las manifestaciones y cacerolazos demuestran el rechazo de una parte significativa de la población a los resultados electorales y la administración de Maduro. La situación en Venezuela continúa siendo tensa y volátil, con posibles repercusiones para la estabilidad de la región.
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