Desarrollo: La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a una reunión de su Consejo Directivo en la sede de Azopardo para evaluar los pasos a seguir frente a las políticas laborales del gobierno de Javier Milei. Este encuentro ocurre en un contexto de malestar generalizado dentro de la central obrera debido a la restitución del Impuesto a las Ganancias y otros cambios introducidos por la Ley de Bases.
Existen discrepancias internas en la CGT sobre cómo abordar la situación. Los sectores moderados, conocidos como los «gordos» y los «independientes», buscan mantener un diálogo constructivo con el gobierno, mientras que otros, como el camionero Pablo Moyano y el bancario Sergio Palazzo, abogan por una postura más combativa, incluyendo paros y manifestaciones.
La posibilidad de un nuevo paro general parece improbable a corto plazo, ya que la postura dialoguista se está imponiendo momentáneamente. Los sectores moderados han mantenido conversaciones con el secretario de Trabajo, solicitando que se retire la apelación gubernamental contra el amparo que frenó la reforma laboral de Milei.
En dichas conversaciones, los sindicalistas también pidieron que la reglamentación de la reforma laboral defina con precisión ciertos artículos considerados vagos. La CGT logró frenar temporalmente la implementación de cambios profundos en la legislación laboral a través de la Justicia laboral.
Esta situación refleja las tensiones internas y externas que enfrenta la CGT en un contexto de cambios significativos en la política laboral del país, lo que podría influir en el futuro de las relaciones laborales en Argentina.
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